Ocho Retos para Usuarios Calificados

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Para cada usuario calificado existen soluciones. Se debe de conocer el proceso y complementar la experiencia para intentar maximizar los ahorros, minimizar costos, acelerar el tiempo de transición, mitigar riesgos y generar la mejor experiencia posible.

Obtener el registro de “Usuario Calificado” y lograr aprovechar las capacidades que te permite este esquema puede ser de gran beneficio para los consumidores de energía.

Produce valor desde el aspecto económico, de responsabilidad con el medio ambiente y de cumplimiento regulatorio.

Sin embargo, para asegurar estos beneficios, se requiere planeación, entendimiento, análisis, negociación y seguimiento. Es un proceso de retos, que, con la experiencia y el conocimiento adecuado se logran convertir los obstáculos en ganancias.

Estos ocho retos son relevantes en todos los casos. Para cada reto existen soluciones. Se debe de conocer el proceso y complementar la experiencia para intentar maximizar los ahorros, minimizar costos, acelerar el tiempo de transición, mitigar riesgos y generar la mejor experiencia posible.

Cada mes que no se avanza en el proceso se genera un costo de oportunidad en promedio del 15% de su presupuesto, además de asumir riesgo del constante incremento de precios de energía, a la cada vez más evidente escasez de nuevos proyectos de energía, lo cual evita maximizar los beneficios. Convirtamos los retos en oportunidades y busquemos concretar los beneficios a través de conocimiento y decisiones de negocio respaldadas por experiencia e inteligencia de mercado.

Reto 1:
La incertidumbre regulatoria evita avanzar. La incertidumbre ha provocado miedo a los consumidores de energía. Con frecuencia, se teme que el gobierno los “castigue” de alguna manera por cambiar de CFE Suministro Básico a alguna otra alternativa de suministro eléctrico distinta. La decisión de cambiar de suministrador se basa en aspectos económicos y de sustentabilidad, centrándose en el beneficio de poder elegir y negociar términos y condiciones, reducir costos y recibir energía desde fuentes más limpias. Los negocios buscan cumplir con metas corporativas y, por lo tanto, deben de evaluar sus alternativas. La decisión de migrar a otros esquemas es permitida, siempre y cuando se cumplan con ciertos parámetros que establece la ley. El reto se centra en: 1) entender la regulación y su aplicabilidad y 2) evitar perder tiempo en la toma de decisión, lo cual genera costos de oportunidad significativos. Se debe de recordar que las empresas necesitan cumplir con requisitos de negocio y muchas veces, el temor de avanzar pone en riesgo su competitividad en su industria.

Reto 2:
Elegir la mejor alternativa de suministro. Los consumidores de energía con frecuencia llevan a cabo sus procesos de evaluación de ofertas internamente. El reto está en cómo identificar qué oferta les es más conveniente, desde tecnología, mecanismos comerciales, tipo de producto, variables, riesgos, precio, etc. ¿Qué es una oferta justa, cuál se adapta mejor a mi perfil y cuál es el estándar de mercado? Es muy difícil comparar y además conocer los precios de mercado actuales, especialmente sin llevar a cabo un proceso de licitación a través de algún consultor con experiencia e interés alineado al consumidor.

Reto 3:
Incertidumbre sobre el cumplimiento de Código de Red. Esta regulación se debe de cumplir independientemente si el consumidor recibe suministro eléctrico de CFE Suministro Básico de cualquier otro suministrador, generador en autoabastecimiento, Suministro Calificado o generación en sitio. La migración al Mercado Eléctrico Mayorista realmente no implica un costo adicional, ya que el Código de Red se debe de estar cumpliendo desde el mes de abril del 2019.

Reto 4:
Incertidumbre sobre el cumplimiento. Confusión en las variables de su tarifa final. La mayoría de los consumidores de energía que optan por un contrato privado, no cuentan con suficiente entendimiento de las variables que componen su tarifa final. Esto sucede a raíz del desconocimiento y la complejidad de elementos que impactan su presupuesto final, aunado a cambios de regulación, políticos y de mercado que influyen e impactan en el contrato de suministro. Pueden existir mecanismos comerciales, referencias a precios de combustibles volátiles, costos regulados, tipo de cambio, inflación, congestión, etc. Por tanto, con frecuencia cuestionan el movimiento de tarifa mes a mes.

Reto 5:
Proceso de registro como Usuario Calificado. El proceso es lento y complicado y por lo tanto, provoca retrasos en el inicio de suministro y generación de ahorros. Existe complejidad en la coordinación de los tiempos, los compromisos con el suministrador, la adquisición e instalación de equipos y el caso de ne-gocio que se presentó a corporativo para validar el proyecto de migración al Mercado Eléctrico Mayoris-ta. La atención al detalle en la documentación es clave, la coordinación entre las partes, el conocimiento del proceso, y el seguimiento del mismo.

Reto 6:
Incertidumbre en ROI: Es complejo calcular el retorno de inversión y el tiempo en el cual se recuperará la inversión del proyecto integral. Se debe incluir tanto los ahorros por generar, considerando distintos escenarios de acuerdo con las variables incorporadas en la fórmula de tarifa final, como también la inversión por realizarse en equipos y adecuaciones para el cambio de un esquema de suministro a otro. Para algunos casos, se contemplan también gastos adicionales de asesoría o bien se eliminan costos que están contemplados ya en el presupuesto destinado a cumplir con Código de Red.

Reto 7:
Cómo abordar un posible cambio en ley. A raíz del movimiento regulatorio que se ha visto los últi-mos tres años en el mercado, los consumidores temen un posible cambio en ley en el futuro. ¿Qué pasa si se firma un contrato de suministro de energía y algo en ese sentido sucede en un futuro? Tanto los consumidores como los suministradores deben protegerse ante esta incertidumbre que no podemos controlar. En este caso, se debe de incorporar clausulado contractual que contemple este escenario e impida penalizaciones por terminación anticipada. En estos casos, el suministro físico de energía no se vería impedido, sino que se generaría un cambio de estructura de costos y proba-blemente un cambio de suministrador.

Reto 8:
No se concretan los ahorros estimados. Debido al desconocimiento y la falta de conside-ración de variables que pueden impactar precio, terminan no concretando los ahorros que se estimaron inicialmente. Es de suma importancia entender los riesgos y los factores que pudieran impactar el precio para evitar sorpresas en un futuro. Recordemos que el cambio de suministrador de energía toma tiempo y, por tanto, es tiempo que debemos se-guir monitoreando el mercado para ajustar lo que deberíamos esperar como presupuesto. Además, una vez que se inicie el contrato de suministro, es crítico dar seguimiento a la facturación, a los eventuales cambios regulatorios y a las fuerzas del mercado que pue-dan llegar a influir e impactar los costos; y demandar la toma de decisiones continua para maximizar los ahorros y minimizar los riesgos en precio.

 

María José Treviño

Los Proyectos Renovables que Esquivan a los Reguladores Mexicanos

Proyectos renovables en México

Con los proyectos de energía alternativa estancados en México debido a las controvertidas reformas energéticas, las empresas recurren cada vez más a opciones renovables de menor escala que les permiten reducir las emisiones de carbono mientras eluden las peleas con los reguladores mexicanos.

Las compañías solares y los analistas de energía dijeron que están viendo un aumento sin precedentes en los proyectos solares de generación distribuida (DG), que son más pequeños y menos regulados con un umbral en México de 500 kilovatios, suficiente para alimentar a unos 200 hogares.

El productor de pan Grupo Bimbo y la empresa energética francesa Engie se encuentran entre los que recurren cada vez más a la GD.

Aunque estos proyectos a menudo proporcionan solo el 10 por ciento o el 20 por ciento de las necesidades energéticas de una empresa, en este momento se consideran «el único juego en la ciudad», según Andres Friedman, director ejecutivo de la empresa solar canadiense-mexicana Solfium.

Incluso con el crecimiento explosivo pronosticado en GD, los analistas dudan que sea suficiente para que México aborde con éxito su transición energética, dado que las políticas gubernamentales continúan priorizando la electricidad generada con combustibles fósiles.

Pero para muchas empresas son la mejor opción, ya que los proyectos de GD no requieren un permiso de generación y tardan solo semanas en aprobarse, en comparación con meses o años para los proyectos a escala de servicios públicos.

Es probable que también se mantenga así, al menos por ahora, dijeron los analistas, quienes no prevén cambios en la regulación de la GD en el futuro cercano.

«Las empresas han dicho, ‘eso es todo, vamos a tener el control de nuestro propio destino con la generación distribuida. Podemos hacerlo de inmediato», dijo Friedman, quien cuenta como clientes a Engie, el fabricante industrial alemán Prettl y BTicino de Legrand Group. .

AMLO y el control del sector eléctrico

México está envuelto en tensiones con los Estados Unidos y Canadá, sus principales socios comerciales, por la campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador para reforzar el control estatal del mercado energético.

Los Estados Unidos han exigido conversaciones de resolución de disputas con México, argumentando que la medida es injusta para las empresas estadounidenses y probablemente viola un acuerdo comercial regional.

La búsqueda de López Obrador ha infundido una profunda incertidumbre en el sector de las energías renovables, ya que al menos nueve proyectos importantes que ascienden a más de 1.000 megavatios (MW) de grandes desarrolladores como la empresa alemana BayWa y la italiana Enel, se encuentran actualmente estancados mientras esperan la autorización del regulador estatal de energía, según Valentina Izquierdo, analista solar con sede en México para Wood Mackenzie.

Iberdrola tiene un parque eólico de 100 MW ya construido al que se le negó el permiso de generación.

La gran mayoría de los proyectos de generación distribuida en México se centran en paneles solares fáciles de instalar que se pueden usar en el sitio, en lugar de grandes turbinas eólicas.

«En este momento en México, los clientes comerciales e industriales no tienen otras opciones, por lo que eso ha empujado a más clientes hacia el mercado de GD», dijo Izquierdo.

Enlight, una empresa solar mexicana que se enfoca en proyectos de GD para clientes industriales, dijo que tenía clientes que consideraban aprovechar la energía renovable de fuentes más grandes, pero el clima político los llevó a la GD como un paso más proactivo hacia sus propios compromisos ESG .

«Hubo un gran crecimiento para ese tipo de cliente, para ciertas industrias específicas que tienen objetivos de descarbonización muy agresivos, como la industria automotriz», dijo Oscar García, director de crecimiento de Enlight, que ha trabajado con Grupo Cabeza hueca.

Las inversiones superan los 3.500 millones de dólares

Los expertos del sector han estimado que las inversiones de GD en México han superado los 3.500 millones de dólares en los últimos ocho años, y se esperan otros 500 millones para fines de este año.

También hay intentos de aumentar el umbral para los proyectos de GD, que es más bajo que en países como Brasil y Colombia, con la legisladora del Partido Verde (PVEM), Nayeli Arlen Fernández Cruz, presionando para duplicar la capacidad a 1 MW.

El plan de desarrollo eléctrico más reciente de México, para 2022 a 2036, retrasa siete años el compromiso anterior del país de generar el 35 por ciento de su energía a partir de fuentes renovables para 2024. Ahora dice que solo será posible para 2031.

Pero la GD aún se presenta como un área importante de crecimiento en fuentes renovables: se prevé que alcance casi 16,500 megavatios acumulados para 2036 en el mejor de los casos, un aumento de casi el 725 por ciento.

Por el contrario, no incluyó escenarios para proyectos solares o eólicos a escala de servicios públicos, una señal de que el gobierno podría continuar retrasándolos.

«Esto nos permite interpretar que se podrían otorgar pocos permisos para proyectos a escala de servicios públicos de generación de energía renovable», dijo María José Treviño de la consultora Acclaim Energy.

Estrategias de Suministro a Prueba de Cambios Políticos

Los cambios políticos en el país han logrado que algunas empresas retrasen o se nieguen realizar cambios en su estrategia de suministro energético a pesar de que dichos cambios les puedan resultar en mejores beneficios económicos y sustentables.

Desde un punto gerencial, la incertidumbre de no saber qué pasará con el sector energético, en lo que resta del sexenio, es tan grande que nos hace pensar que la mejor opción es no hacer nada hasta tener más claro el panorama.

Por esta razón, nos gustaría recomendarles los siguientes consejos para que pueda tener una estrategia de suministro con el mínimo riesgo posible de acuerdo con los cambios que el país pueda experimentar en el futuro:

  1. Busque un asesor energético. De preferencia que no tenga relaciones con empresas suministradoras o generadoras para que lo guíe y asesore sobre cuáles son las mejores alternativas. Este asesor le ayudará a definir por medio de análisis sofisticados los tiempos reales de ROI, CAPEX y OPEX, además de informarle acerca de las desventajas de cada opción. Sí, todas las soluciones tienen una desventaja y lo mejor es conocerlas con antelación y no llevarse sorpresas al momento en que ya las tenga operando. Por ejemplo, en nuestra experiencia, algunas empresas se han dejado llevar por la emoción de tener una solución que aparentemente es la respuesta a todos sus problemas y no es grato enterarse que tendrá que parar su operación por horas y en algunas ocasiones días, por desconocimiento y falta de transparencia de la empresa que les vendió o instaló el proyecto.
  2. No necesariamente una solución es la mejor. Muchas compañías con la finalidad de disminuir el riesgo optan por comprometerse con una sola solución. Sin embargo, por lo general, se busca combinar una solución fotovoltaica, o de cogeneración si usa en su proceso energía térmica, y un contrato de suministro calificado. Esta opción le permite tener dos esquemas distintos ante la ley y de esta forma disminuye dramáticamente el riesgo por cambio en la regulación. Su asesor deberá poder mostrarle cómo se comportaría su presupuesto de acuerdo con la proporción que una u otra solución le aporte.
  3. No tema, mejor infórmese. El conocimiento es poder, Bacon no se equivocaba y entre mejor conozca los pormenores de lo que quiere decir cada declaración o publicación en medios, o inclusive en el mismo DOF (Diario Oficial de la Federación), mejores decisiones tomará. Ahora, esto no quiere decir que debe descuidar su negocio y empezar a formarse o ser un erudito en la LIE (Ley de la Industria Eléctrica), solo necesita rodearse de expertos que sepan interpretar correctamente la ley y traducir los mensajes oficiales. La mayoría son temas políticos de fondo que no implican un peligro para su organización, sin embargo, si llegara a presentarse el caso contrario, un asesor lo ayudará a tomar decisiones informadas y con absoluta seguridad de que lo que está haciendo es lo mejor para su negocio. Por ejemplo, puede buscar una consultoría que le ofrezca un acompañamiento durante toda la vigencia de su contrato, donde además de informarlo, se beneficie de la inteligencia de mercado.
  4. No hacer nada, típicamente no es la mejor opción. Lo mucho o poco que esté realizando para generar ahorros, se traduce en mejores productos, mejor costo y mejor calidad-precio. Un factor que últimamente ha cobrado fuerza entre los consumidores activos en redes sociales.
  5. Ninguna estrategia es infalible. Si algún consultor le promete que es totalmente seguro y no hay riesgos, está mintiendo. Como lo mencionamos al inicio, todas las opciones tienen desventajas y riesgos, por lo que lo mejor es entender y administrar ese riesgo. Actualmente existen muchas opciones para realizarlo de manera inteligente y sobre todo tratar de poner la balanza a su favor.

Estas son algunas de las acciones que debe realizar si está buscando cumplir con metas sustentables o reducir costos. Si cree que necesita ayuda para alinear su estrategia los invitamos a contactarnos a través de nuestras redes sociales y página web.

El Invierno se Acerca

Los futuros de gas natural de EE. UU. alcanzan en la cuarta semana de agosto los US$10/MMBtu por primera vez desde 1 de agosto de 2008.

Los precios máximos de 14 años alcanzados durante la cuarta semana de agosto por los futuros de gas natural de EE. UU. muestran la demanda incesante de gas de esquisto norteamericano a través del Atlántico, y probablemente apuntan a un aumento de los precios y una mayor volatilidad del mercado en el futuro cercano.

Un 525% mayor a cuando en junio de 2020 se cerraban posiciones a niveles de US$1.48 cuando el COVID-19 obligó a cerrar las operaciones comerciales e industriales.

Algunos analistas afirman que la crisis del gas natural en Europa está contribuyendo a los precios más altos del gas natural en Estados Unidos, ya que este país ha incrementado sus exportaciones de gas natural licuado (GNL) a Europa en un esfuerzo por mitigar el impacto de la pérdida de gas ruso, aunque debemos aclarar que no es el principal factor. El mayor problema es el hecho de que los niveles de inventario están muy por debajo de los promedios históricos, la oferta simplemente no ha podido seguir el ritmo de la demanda, lo que deja al mercado con menos protección y, por simple lógica, eleva los precios del combustible.

La buena noticia

Los precios altos en el costo de la molécula de gas natural debería incentivar a los productores a seguir perforando y, por tanto, elevar la oferta de este combustible; por otro lado, los analistas y particularmente los inversionistas, no están apostando a que este rally de precios altos se mantenga el próximo año; de tal manera que el mercado de futuros actual sugiere que los precios del gas natural se podrían reducir hasta un 50% para este mismo período en el 2023; aunque debemos ser claros, la verdad sea dicha, tampoco suponíamos hace un año que el mercado estaría en los niveles que se reportan ahora mismo en el spot.

Algunos drivers que están ahora mismo empujando los precios del gas natural

El pico de este verano se debe en parte a la alta demanda de este combustible, ya que las altas temperaturas registradas en los EEUU obligan a la población a encender y mantener más tiempo activados sus equipos de aire acondicionado, socavando de esa manera los niveles de inventario relativamente bajos.
El invierno se acerca y los precios del gas natural en EEUU ya subieron por encima de los 10 dólares por millón de unidades térmicas británicas (BTU) por primera vez desde 2008, extendiendo un repunte abrasador impulsado por la persistente preocupación de que las reservas mundiales de combustible para calefacción y plantas de energía no sean suficientes para satisfacer la demanda invernal.

Ya es de todos conocido de que los precios del gas se han disparado en todo el mundo después de que la invasión rusa de Ucrania intensificó una crisis energética global, dejando a los países luchando para asegurar los escasos cargamentos de gas natural licuado. Los suministros de gas europeos son una preocupación después de un verano inusualmente caluroso, lo que hace que la región dependa más de los cargamentos de los exportadores para reducir el déficit.

Debido a lo anterior, la Unión Europea se ha visto obligada a trazar planes para racionar el gas natural, un paso drástico que perjudicará a familias y empresas. Los precios del gas natural se han disparado tanto en aquel continente que amenazan con enviar la economía de la región a una recesión. Sólo como contexto y referencia, los precios del gas natural en Europa se negocian a niveles equivalentes a alrededor de US$70/MMBtu; en el mercado de los Países Bajos el registro máximo fue de €295/MWh aunque al poco tiempo quedó estabilizando en el rango cercano a los €273/MWh.

El último aumento de precios se produjo en respuesta a los planes de Rusia de cerrar una de las principales arterias de combustible de Europa durante unos días a finales de mes como el último episodio de mantenimiento no planificado a lo largo del vital gasoducto Nord Stream o un acto de guerra económica por parte de Rusia en represalia por el apoyo de Europa Occidental a Ucrania.

El referido ducto Nord Stream que va de Rusia a Alemania en teoría estará fuera de línea durante tres días debido a “trabajos de mantenimiento” el cual estaría iniciando a finales de agosto, lo que genera preocupación con los analistas de mercado de que el conducto no se reiniciará según lo planeado una vez haya concluido el período del trabajo.

En los EEUU, los inventarios de gas natural están muy por debajo de lo normal después de que el calor abrasador de este verano ha estado impulsando la demanda de electricidad por encima de lo proyectado a inicios de este año. Mientras tanto, la producción de los campos de esquisto ha estado creciendo solo modestamente. Las exportaciones estadounidenses cayeron después de una explosión en la terminal de licuefacción Freeport LNG a principios de junio que en principio se especuló que podría regresar en Octubre.

En la cuarta semana de Agosto, Freeport proporcionó una actualización sobre el regreso planificado de su terminal de exportación de gas natural licuado frente a la costa de Texas en la que indicó que la producción inicial pueda comenzar a principios o mediados de noviembre, con un nivel sostenido de al menos 2 Bcf/d (billones de pies cúbicos diarios) para fines de noviembre. Esto representaría más del 85% de la capacidad de exportación de la instalación.

El reinicio retrasado no es un buen augurio para Europa que busca importar más GNL en preparación para el invierno.

El plan de recuperación de Freeport utilizaría el segundo muelle de carga como un atracadero hasta que se restablezcan las capacidades de carga en el segundo muelle en marzo de 2023. En ese momento, la empresa espera poder operar al 100% de su capacidad.

En los últimos años, las centrales eléctricas buscaban quemar carbón cuando los precios del gas se disparaban, pero eso sucede cada vez menos debido a las preocupaciones climáticas. Eso significa que se eliminó en gran medida un límite máximo tradicional en la demanda que solía evitar que los precios de la gasolina en EEUU se dispararan.

Debido a los altos precios que se pagan por el GNL en Asia y especialmente en Europa, varios desarrolladores están acelerando las iniciativas basadas en el Pacífico y el Atlántico destinadas a aprovechar el gas estadounidense relativamente barato en el extranjero.

México no es ajeno a este mercado por lo que ahora existe una creciente cartera de proyectos de licuefacción de gas natural que busca aprovechar la capacidad de gasoductos existente y futura para asegurar el suministro necesario para convertir algunos puntos estratégicos del país en centros de exportación de GNL.

En ese sentido, el pasado 1º de agosto el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que el sector privado realizará una inversión de cinco mil millones de dólares para desarrollar una terminal de licuefacción de gas en Puerto Libertad, Sonora, misma que ya fue autorizado por el gobierno federal. Este proyecto incluye el desarrollo de un gasoducto que bajará de Texas y recorrerá “entre 600 y 800 kilómetros” para llegar a la terminal sonorense.

Las otras oportunidades podrían ser otra planta de licuefacción en plataformas marítimas frente a Lerdo de Tejada, Veracruz, con una inversión de 2 mil 500 millones de dólares, otra en Ensenada, Baja California, y una más que se encuentra en estudio en Salina Cruz, para llevar gas a Asia.

El GNL también se beneficia de ser un área donde la eléctrica estatal CFE ve sinergias potenciales con actores privados, ya que carece de experiencia en el campo y puede beneficiarse de una mayor utilización de gasoductos y más actividad para su rama estadounidense de comercialización de gas CFE Internacional.

Cuatro de los proyectos activos del país (Energía Costa Azul, Topolobampo, Salina Cruz y Altamira) cuentan con algún tipo de participación directa de CFE.

El cierre de coberturas: ¿Hacerlo o no hacerlo?

Esa respuesta la tiene que contestar cada empresa que, con la ayuda de un experto independiente que le asesore, puede determinar cuál es el mejor camino para seguir, tomando en cuenta su entorno particular, el nivel de riesgo que puede o no afrontar, si requiere un mejor control de su presupuesto de energía térmica o eléctrica, entro otros muchos factores a ser considerados. Si requiere que se agende una reunión para platicar de su situación específica lo invitamos a solicitarla en nuestra página web www.acclaimenergy.com.mx

Alerta en México: Negación de Permisos Incrementaría los Precios de las Renovables

Precios de renovables
Los rechazos de las solicitudes por parte de la CRE y la alta demanda de energía limpia por el lado del sector industrial llevaría a la alza del costo de kWh en el país.

México atraviesa varios retos para la implementación de nueva capacidad renovable y mayor participación en la matriz energética del país. Ya sea desde cambios regulatorios, falta de subastas de largo plazo o incluso la insistente respuesta negativa de la Comisión Reguladora de Energía para obtener permisos de generación.

Frente a ese panorama, María José Treviño, country manager de Acclaim Energy, explicó lo que podría ocurrir si no se revierte la situación y brindó algunas recomendaciones para el sector industrial que pretenda apostar por las energías renovables en México.

“Uno de los retos es la falta de inversión en infraestructura y energía disponible. Actualmente vemos proyectos de subestaciones (SE) de cómo aprovechar y generar beneficios de SE subutilizadas de inversión que muchos privados están haciendo”.

“Y a raíz de que no se están otorgando permisos de gran escala, posiblemente se incrementarán los precios de las renovables en un futuro próximo debido a la oferta y demanda”, afirmó durante un webinar realizado por Acclaim Energy en conjunto con la Comisión de Energía de Tamaulipas.

Con eso quiso decir que existe una capacidad limitada de tales recursos, ya que sólo hay poco más de 15 GW operativos (7.3 GW eólicos y 8.1 GW solares) y tampoco se prevén nuevas inversiones eólicas por tres años (sólo algunas fotovoltaicas), por lo que se necesita entender cómo se comporta la oferta y la demanda, cómo está la política energética y, a partir de ahí, la estrategia a corto, mediano o largo plazo.

Otro concepto al que consideró importante es aquel referido a los contratos de autoabasto y la incertidumbre que lo rodea, ya que es una alternativa tan criticada por la actual administración de López Obrador y puesta en duda a través de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica.

“Muchas empresas contemplan el autoabasto porque están comprometidos a plantas de generación no renovables y buscan migrar hacia energía más limpia, por riesgo regulatorio y por competitividad en precios”, sostuvo.

“Y si bien el año pasado vimos aumentar los costos de esta alternativa de generación, sigue habiendo oportunidad de costo. E incluso para los parques eólicos y solares de autoabasto es un muy buen momento para migrar al mercado eléctrico mayorista”, agregó.

“O mismo evaluar transicionar una parte de su permiso al MEM ya que existe disponibilidad finita de este tipo de generación y la demanda es creciente en el mercado, donde realmente pueden participar los usuarios calificados”, continuó.

La Crisis Hídrica de Monterrey y la Sustentabilidad Empresarial

Crisis hídrica en Monterrey

La crisis hídrica es un problema que afecta a todo el país, pero con mayor relevancia en el norte de la república, en particular al área metropolitana de Monterrey.

La escasez de agua en la zona metropolitana de Monterrey es multifactorial, aunque en mayor medida es ocasionada por las altas temperaturas y la sequía prolongada que ya rebasa los 6 años consecutivos. A esto se le suma un uso excesivo del vital líquido y la mala o nula planeación de las autoridades. Estos factores han permitido que las presas que normalmente abastecían la ciudad se encuentren en sus niveles mínimos históricos, prácticamente secas.

Los esfuerzos de organismos como la ONU para frenar el cambio climático han dado origen a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sustentable), con los cuales se busca que la temperatura media del planeta no aumente por encima de 1.5ºC para 2050. Las causas directas de este incremento en la temperatura son las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por las industrias que utilizan combustibles fósiles como el transporte, la generación de energía eléctrica, la industria de manufactura y transformación, entre otras. De allí que la ONU invite a gobiernos y empresas a que asuman compromisos agresivos para que operen sin ignorar el daño al medioambiente.

Es por esta razón, que es muy común escuchar acerca de los objetivos de sustentabilidad que están llevando a cabo las principales empresas, sobre todo, aquellas que cotizan en bolsa u operan en mercados internacionales. Y aunque el pensamiento general puede ser que la sustentabilidad es utilizada como una estrategia empresarial para mejorar la imagen u obtener un beneficio económico, que, si bien es cierto, esta es la manera en que las empresas pueden aportar a mejorar las condiciones de la comunidad y lograr, por medio de su apoyo, a que los cambios generen un mayor impacto al ser estas mismas empresas consumidoras a gran escala de los recursos naturales.

Si bien en los medios y, sobre todo en las redes sociales, se ha intentado atacar a empresas locales por el alto consumo de agua que necesitan para sus procesos, el problema es mucho más amplio. Asumiendo que estas empresas dejaran de consumir agua durante un año, esto no sería suficiente para mitigar las sequías prolongadas y la falta de lluvia que se necesita para volver a llenar las presas. Tomando en cuenta la capacidad al 100% de las presas La Boca, Cerro Prieto y El Cuchillo, el consumo de estas empresas representa apenas un 3% y un 9% si tomamos en cuenta la capacidad en que se encuentran hoy en día que es de 8%, 2% y 45% respectivamente.

Retomando, el cumplimiento de los ODS nos da una visión clara de las acciones en que se tienen que enfocar las empresas para reducir su impacto negativo al medioambiente, lo que no incluye es un manual para poder cumplirlos, cada empresa los desarrolla de manera independiente y algunas pocas se enfocan en los que más les convienen o son más visibles para sus stakeholders.

Es por esta razón que las medidas para acceso a capital e inversiones están cambiando y exigiendo que las empresas beneficiadas estén cumpliendo con criterios ESG (factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo). Estas acciones las llevan a cabo mediante una escala de valoración que van desde las tipo AAA hasta las rezagadas tipo CCC y se toman en cuenta factores como, por ejemplo, el contar con un plan de acción claro para alcanzar las cero emisiones e incorporar un asesor energético. Como referencia, Apple tiene una valoración de tipo A, mientras que Philip Morris tiene una valoración BBB, debido a que la industria del Tabaco se excluye de todos los índices de ESG de forma casi automática debido a las muertes que provoca.

Esto nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Su estrategia está enfocada en generar un impacto real en su comunidad o solo está cumpliendo por mandato corporativo o por tener una buena imagen con sus clientes?

Recuerde que la comunidad la conforman los clientes, empleados, directivos e inversionistas, entre otros, y los efectos del cambio climático nos afectan a todos. Los consumidores ya no están desinformados al respecto y están cambiando sus hábitos de consumo, prefiriendo empresas sostenibles y que estén realmente comprometidas con el medio ambiente.

Si cree que necesita ayuda para alinear su estrategia lo invitamos a contactarnos y a escuchar nuestro podcast dónde encontrará información importante referente a los mercados de electricidad, gas natural en México y estrategias ESG.

En Busca de un Mundo Sostenible

Mundo sostenible

Aunque los conceptos de responsabilidad social, sustentabilidad, y sostenibilidad han adquirido mayor importancia durante los años, la subjetividad de lo que engloba cada concepto, considera distintos alcances según la manera en cual diversas organizaciones lo clasifican.

Para realizar una transición con la finalidad de alcanzar la sostenibilidad, primero es clave identificar lo que abarca cada concepto y cómo se integran o relacionan los mismos, para impulsar los aspectos económicos, sociales y ambientales dentro de una organización.

Es común que existan malentendidos entre lo que abarcan los conceptos de responsabilidad social, sustentabilidad y sostenibilidad, especialmente entre los últimos dos. En la lengua española existen estos dos términos con diferentes fines, pero, si consideramos su traducción al inglés, ambas se pueden incorporar dentro de un concepto global con diferentes ramas o alcances, concepto conocido como sustainability.

De acuerdo con la organización Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad (CCGS), la “sustentabilidad es, en realidad, un proceso que tiene por objetivo encontrar el equilibrio entre el medio ambiente y el uso de los recursos naturales”.1

Para que un organismo o cadena productiva sea sostenible, se tiene que incorporar el cuidado al medio ambiente y los recursos naturales a través de la sustentabilidad, pero adicionalmente se requiere incorporar los aspectos sociales y económicos.
La Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés), con la implementación de la norma ISO26000, define la responsabilidad social como la “responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medio ambiente”.2

El Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) define la responsabilidad social como una “nueva forma de gestión y de hacer negocios, en la cual la empresa se ocupa de que sus operaciones sean sustentables en lo económico, lo social y lo ambiental”. 3

Es evidente que se coincide en los aspectos sociales y ambientales dentro de las definiciones de responsabilidad social, pero de igual manera es crítico incluir el aspecto económico, como lo hace Cemefi.

Es importante recalcar que la norma ISO 26000 solo funge como una guía de orientación hacia la responsabilidad social y no aplica como una norma de gestión. Y tampoco es certificable.

En cuanto a iniciativas internacionales, y a diferencia de la ISO 26000, la Global Reporting Initiative (GRI) provee un marco estandarizado que contempla no solo la responsabilidad social, pero fomenta el desarrollo sostenible igualmente. En el alcance que proporciona el reportaje de GRI, se integran los aspectos sociales, económicos y ambientales de manera cuantificable y es reconocido a nivel mundial.

Dentro del paraguas encabezado por Responsabilidad Social (RS), existe la Responsabilidad Social Empresarial, Ambiental, Universitaria, Gubernamental e Individual; en las que se plantean o incorporan lineamientos y prácticas, con el objetivo de generar valor e impulsar aspectos económicos, sociales, y ambientales dentro de una organización y de manera colectiva. Implicando que las acciones de miembros individualmente y en una organización tienen un impacto en el entorno que los rodea.

Conciencia empresarial

En México, una gran cantidad de empresas ya han impartido esta cultura de conciencia por muchos años. Pero, dado a que la cuestión de sustentabilidad es un concepto que lleva menos años en implementación, la tendencia es clara a que empresas de igual manera se tienen que adaptar y ajustar al dinamismo en cual evolucionan las prácticas de sustentabilidad.

Similar a la responsabilidad social, la sostenibilidad se incorpora a través de distintas formas como son: social, ecológica o ambiental, económica y política. Considerando las similitudes entre responsabilidad social y sostenibilidad, las pregunta que surgen son: ¿cuál es la diferencia entre la responsabilidad social, sustentabilidad y sostenibilidad? ¿Se tiene el mismo objetivo final con la responsabilidad y sustentabilidad? ¿Cómo se desarrolla la transición hacia la sostenibilidad?

La Sostenibilidad Corporativa (SC) enfatiza el compromiso corporativo con respecto al fomento de esfuerzos multidimensionales en aspectos sociales, económicos y ambientales. Aunque la RS y SC comparten objetivos similares, en donde se diferencian es principalmente en las escalas de tiempo.

En el estudio de Michelle Adams y Gregory M Magnan,“How corporate social responsibility can be integrated into corporate sustainability: a theoretical review of their relationships”, diversos académicos destacan que, comúnmente, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) no integra actividades para el largo plazo.

El enfoque de RSC falla en integrar e interconectar las tres dimensiones (económico, social, y ambiental) en las decisiones estratégicas 4 y operativas de las empresas sin considerar la perspectiva a largo plazo.

Las tres dimensiones

De acuerdo con los estudios realizados por el Dr. Rodrigo Lozano, durante su estancia en Cardiff University, el primer paso hacia el camino de la sostenibilidad es igualar la importancia entre las tres “dimensiones”, donde los aspectos económicos deberían estar a la par de los sociales y también los ambientales.

Se estipula que al fusionarse o interconectar estos conceptos, se obtiene el “primer nivel de equilibrio sostenible” o First Tiered Sustainability Equilibrium.

Para trascender al siguiente nivel de equilibrio sostenible (Second Tiered Sustainability Equilibrium) se tiene que contemplar la constante del cambio a través del tiempo, y con esto migrar de una perspectiva donde interactúan miembros de distintas generaciones (baby boomers, Gen X, millennials y Gen Z) con sus perspectivas individuales, e incorporarse a una holística y así unirse bajo una perspectiva compartida y enfoque unido.

Dado que las circunstancias actuales se mantendrán en un estado constante de cambio, se considera que aplica igualmente para los aspectos económicos, sociales y ambientales. Por ende, las acciones requeridas para la sostenibilidad a largo plazo implican un trabajo y esfuerzo constante que se ajuste o adapte a las circunstancias, y a como éstas se vayan presentando.

La integración de SC en una estrategia requiere esfuerzos más profundos que la simple responsabilidad. Las empresas tienen que reconocer que, para ser social, ambiental y económicamente sostenibles tienen que implementar prácticas que transciendan en el tiempo.

Estos esfuerzos enfatizados por el Dr. Lozano conllevan a la necesidad de “asesorar y apoyar la ejecución de iniciativas específicas por proporcionar capacitación, técnicas y herramientas apropiadas para la implementación, seguido de la medición del progreso hacia las metas y sugerir modificaciones según sea necesario”.

Adicionalmente, para transitar a la sostenibilidad, es crítico educar y generar conciencia a la fuerza laboral, a la comunidad local, e integrar o impulsar a otras organizaciones para sumarse a los esfuerzos de la SC.

Un ejemplo de integración entre RSC y SC es cuando las organizaciones implementan prácticas como la economía circular y estrategias de ESG. Esto surge cuando las organizaciones colaboran con otras entidades para desarrollar la cadena de valor y la optimización de sus recursos (ej. emisiones de carbono están ligadas a energía, cual se liga a producción y así sucesivamente).

Al integrar las tres dimensiones (ambiental, social, y económico), como lo hacen las iniciativas de ESG, se fomenta La Cuenta de Triple Resultado (conocido como el Triple Bottom Line; de esta manera se benefician los empleados de la empresa, las organizaciones de las que forman parte (a nivel local e internacional), el medio ambiente en conjunto con los organismos que lo habitan a través del cuidado y conservación del mismo; además de que minimiza la rotación de personal, y promueve las finanzas saludables y crecimiento de la empresa.

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es, en esencia, una etapa transitoria en la cual los corporativos muestran esfuerzos para obtener la sostenibilidad, y requieren tomar compromisos más allá de lo que solicita la ley o agencias regulatorias.

Responsabilidad social inicialmente se contemplaba como un esfuerzo con perspectiva filosófica, y con el tiempo ha transitado a una estrategia que engloba y enfatiza la importancia en aspectos sociales, ambientales y económicos en el día a día.

La RSC se puede considerar como un marco de trabajo utilizado para realizar mejores prácticas con enfoque en el entorno donde se aplica. A diferencia de RS, la implementación de estrategias y objetivos alineados a los criterios de ESG brindan mayor beneficio debido a que es reportable, cuantificable y contempla la medición del desempeño de la empresa a largo plazo.

Por ende, aunque la RSC puede dar un panorama sobre el camino hacia la sostenibilidad, ESG toma el siguiente paso, ya que implica la ejecución de estrategias y la medición de resultados.

La RSC se puede considerar como un marco de trabajo utilizado para realizar mejores prácticas con enfoque en el entorno donde se aplica. A diferencia de RS, la implementación de estrategias y objetivos alineados a los criterios de ESG brindan mayor beneficio debido a que es reportable, cuantificable y contempla la medición del desempeño de la empresa a largo plazo. Por ende, aunque la RS puede dar un panorama sobre el camino hacia la sostenibilidad, ESG toma el siguiente paso, ya que implica la ejecución de estrategias y la medición de resultados.

Para efectos de empresas multinacionales, la estandarización sobre dichos lineamientos se vuelve crítico, puesto que, para implementar y replicar mejoras dentro de una organización, es esencial utilizar lineamientos reconocidos internacionalmente, como GRI, para impartir esfuerzos a nivel operativo como estratégico dentro de la organización.

El primer paso para realizar la transición de la responsabilidad social hacia la sostenibilidad consiste primero en reconocer e identificar que, efectivamente, se requiere la implementación de nuevas estrategias y mejores prácticas dentro de la cadena de valor; que abarque los aspectos sociales, económicos y ambientales como una sola entidad.

Dentro de la cadena de valor productiva, es importante recalcar que los insumos utilizados para elaborar un producto final provienen de diversas fuentes y comúnmente de distintos países.

Dado que una mayor cantidad de empresas están haciendo la migración hacia la sostenibilidad, se ha vuelto un requerimiento no solo asegurar los estándares de calidad (como la certificación de la norma ISO 9001 por ejemplo), pero igualmente el impacto que tienen los procesos productivos en el medio ambiente.

La necesidad de mantener un reportaje sobre los Gases de Efecto Invernadero se ha vuelto un criterio en cual empresas seleccionan a sus proveedores y un estándar que se imparte en la cadena de valor completa.

Para migrar efectivamente hacia la sostenibilidad, es de gran importancia reconocer el estatus actual, fijar una meta obtenible, e implementar las acciones requeridas en conjunto con un modelo de seguimiento, medición, y retroalimentación.

Un método efectivo para transitar hacia la SC es por medio de la implementación de ESG en la organización, ya que contempla lo siguiente: dónde, cómo estamos, hacia dónde vamos, y como le hacemos para llegar a nuestro destino con respecto a lo social, económico y ambiental.

Fuentes

1 http://ccgss.org/sustentabilidad/ 
2 https://www.iso.org/obp/ui#iso:std:iso:26000:ed-1:v1:es:term:2.18 
3 https://www.cemefi.org/esr/images/stories/pdf/esr/concepto_esr.pdf 
4 ‘How corporate social responsibility can be integrated into corporate sustainability: a theoretical review of their relationships
https://www.researchgate.net/publication/324888911_’How_corporate_social_responsibility_can_be_integrated_into_corporate_sustainability_a_ theoretical_review_of_their_relationships’ 
5 “Envisioning Sustainability Three-Dimensionally” Dr. Rodrigo Lozano https://ise.unige.ch/isdd/IMG/pdf/SchemasDDtexte8-1.pdf 

Entre la Descarbonización y el Cambio de Reglas

María José Treviño

La firma de consultoría Acclaim Energy crece en el país en medio de los cambios regulatorios del sector y la oleada de los criterios ASG.

Por: Puri Lucena para la revista Expansión.

María José Treviño conoce bien el sector energético del país. Antes de dirigir Acclaim Energy, lideraba su propia consultoría de desarrollo de proyectos de energía renovable a gran escala. Ayudaba a las empresas del ramo a llegar a México, realizaba la negociación con los ejidatarios y propietarios de los terrenos y conectaba a las compañías con los proveedores locales. Pero algunos proyectos no cuajaban por completo debido al desconocimiento de los grandes consumidores de energía. “Si se educaba al consumidor sobre cómo comprar energía, toda la cadena de suministro se destrababa y los proyectos se podían volver realidad”, explica.

Así llegó a Acclaim Energy, la consultora enfocada en el alto consumidor de energía, hace cinco años. Desde entonces, el negocio ha evolucionado para atender las necesidades de una industria cambiante. La firma de origen estadounidense asesoraba a las empresas sobre las distintas alternativas que había en el mercado, pero todo se centraba en suministro eléctrico. Luego, los clientes pedían esquemas para optimizar los contratos de gas natural.

“En 2021 empezamos a ver una tendencia en ESG [enfoque en criterios medioambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés o ASG, en español] muy fuerte. A partir del año pasado, una tercera parte de nuestros clientes contaron con metas claras ESG. En lo que va de año, 80% de nuestras propuestas tienen un componente de sustentabilidad y ahora estamos empezando a ver temas de gas natural responsable para ser pioneros en el mercado”, explica la Country Manager de Acclaim Energy México.

El principal cambio del lado de las empresas es que a la hora de evaluar los proyectos ya no solo se centran en el costo, sino en la descarbonización. Y no solo en el área operativa, también en la administración del agua, el manejo de residuos, el reciclaje o el inventario de emisiones. Lo siguiente, apunta Treviño, será enfocarse también en la confiabilidad, debido a la falta de infraestructura eléctrica del país. “Hay que recordar que las empresas son dinámicas y tienen que poder crecer y tener ese poder de maniobrar conforme va creciendo su consumo”, apunta.

El Desafío Regulatorio

El otro gran cambio que ha experimentado el mercado tiene su origen en la regulación. El foco que ha tenido el gobierno federal en la industria eléctrica y su intento de revertir la reforma energética del sexenio anterior ha congelado el sector. Pero no el trabajo para empresas como Acclaim Energy. Si hasta hace poco muchos de los clientes de la firma llevaban a cabo contratos de autoabasto, ahora están tratando de salir de ellos.

“Tenemos clientes que están en autoabasto, otros que están en suministro calificado, clientes que tienen generación distribuida y de todo tipo de tecnologías. Somos agnósticos al tipo de esquema y generación”, señala la directiva.

Con el final de los contratos de autoabasto previsto formalmente hacia mayo de 2039 –20 años después de la emisión de los últimos seis permisos de autoabasto autorizados por la CRE– y los recientes intentos por “limitar sus alcances e, incluso, revocar de forma anticipada los permisos emitidos”, según el IMCO, muchas compañías tratan de salir del esquema.

“Estamos ayudando a muchas empresas a crear los casos de negocio para, o no pagar penalizaciones anticipadas, para disminuir el riesgo regulatorio o redistribuir las cargas que están dentro de su permiso de acuerdo al perfil de consumo que tengan actual y futuro, así podemos negociar una salida sin penalización al mercado eléctrico mayorista”, explica Treviño.

Mientras tanto, Acclaim Energy no para. La mitad de las operaciones de la empresa ya corresponden a México, desde donde se ha liderado la expansión a ocho mercados de América Latina. “La oportunidad solo crecerá en la medida en que esta tendencia de sustentabilidad se vuelva más y más fuerte”, señala.

Apuesta Rentable

El reto no solo está en los cambios regulatorios. Con la volatilidad actual y el alza de precios de los energéticos, para las empresas se ha vuelto cada vez más importante apostar por la eficiencia energética. “Si van a tomar acciones, tiene que ser con un foco en torno a la  sustentabilidad, para poder volver a la empresa sostenible en el tiempo y que cree valor en el largo plazo. Eso genera menor riesgo y mayores beneficios económicos”, sostiene Treviño.

Llevar a cabo este tipo de proyectos puede generar entre 10 y 25% de ahorros en suministro de energía, además de los que se pueden generar en cuestión de programas de eficiencia energética.

“Todos estamos convencidos de que sí hace sentido económico, vale la pena: cumples metas de sustentabilidad, con una optimización de costos, un control de tu presupuesto y, además, el ser socialmente responsable te genera más valor y vas a poder reclutar y retener mejor talento e incursionar en nuevos mercados u obtener mayor acceso a capital más competitivo”.

Treviño, quien además de dirigir Acclaim Energy es consejera independiente en varios consejos de administración, es optimista sobre las oportunidades que despierta un mercado que hoy, dice, atraviesa por uno de los momentos con mayor actividad.

En las licitaciones participan más de 30 suministradores calificados y la parte de la demanda, asegura, solo irá al alza. “Ese número crecería aún más si los trámites se dieran en tiempo acelerado o como nos gustaría”, concluye.

En discusión la Política Energética Mexicana en el Marco del T-MEC

La Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) anunció el pasado 19 de julio de 2022, la solicitud de consultas para la solución de controversias bajo el Capítulo 31 del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA). La razón es la política pública y las acciones regulatorias del Estado Mexicano que han impactado negativamente a las empresas estadounidenses del sector energético en beneficio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex). Un día después, Canadá indicó que apoya la solicitud de Estados Unidos y que lanzará sus propias consultas para abordar el tema.

El gobierno estadounidense alega que la política energética de la actual administración, desplegada a partir de 2019, viola las disciplinas a las que se comprometió el Estado mexicano en el T-MEC, particularmente en capítulos como acceso a mercados, inversión y empresas estatales.

Si no se llega a un acuerdo sobre el rumbo de la política energética de México y su implementación, el siguiente paso sería el establecimiento de un panel de resolución de disputas, en el que el país corre el riesgo de enfrentar represalias comerciales.

Los motivos de la solicitud
Específicamente, la USTR destaca como motivo el cambio en el orden de despacho de energía eléctrica para beneficiar a las centrales de la CFE sobre los generadores privados, establecido en la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica de marzo de 2021. Los argumentos también incluyen la revocación y rechazo de nueva generación eléctrica y permisos de almacenamiento de petróleo, así como restricciones a la operación de estaciones de servicio e importación de combustibles por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Secretaría de Energía (SENER).

Además, cuestiona la regulación de diciembre de 2019 que extiende el plazo solo a Pemex para cumplir con la Norma Oficial Mexicana que establece los límites máximos de contenido de azufre en el diesel automotriz (NOM-016-CRE-2016), así como la rogatoria de junio de 2022 de la SENER al Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas) y la CRE para obligar a los usuarios del servicio de transporte de gas natural a comprar el hidrocarburo a las filiales de la CFE.

¿Qué disposiciones se reclaman?
Entre las violaciones al Acuerdo señaladas por la USTR se encuentran las referidas a los siguientes capítulos:

Trato nacional y acceso a mercados (2.3 y 2.11), que determina que los países deben otorgar trato nacional a las mercancías de otros países miembros.
Inversión (14.4), que veta cambios a la regulación de magnitud suficiente para interferir con las expectativas originalmente proporcionadas a los inversionistas.
Empresas del Estado (22.5.2), que establece que las empresas del Estado deben otorgar un trato no menos favorable a las empresas privadas nacionales o extranjeras.
Publicación y administración (29.3), que establece que las partes deben implementar su legislación nacional de manera uniforme, imparcial y razonable.

¿Cuáles son los próximos pasos?
La solicitud de consulta desencadenó un proceso que dura un máximo de 75 días para resolver el asunto (alrededor de oct de 2022), en el que el inicio de las consultas debe realizarse a más tardar 30 días después de la solicitud formal.

Si no se llega a un acuerdo durante el período de consulta, se puede solicitar un panel de resolución de disputas. El panel estaría integrado por 3 o 5 panelistas elegidos de una lista pre-aprobada por los tres países miembros del Tratado. Una vez definidos los integrantes, el panel tendrá un plazo máximo de 150 días para emitir un informe inicial y luego hasta 30 días para presentar el laudo arbitral final, dependiendo de lo cual los países acordarán una solución a la controversia, lo cual sucedería alrededor de abril o mayo de 2023.

Durante el proceso de resolución de la disputa energética, la Secretaría de Economía estará a cargo de coordinar la defensa del Estado Mexicano. La primera mesa de trabajo para diseñar la estrategia de defensa de México inició actividades el pasado martes 26 de Julio buscando línea de argumentación, las cuales se estarían dando a conocer en los siguientes días.

Si no hay acuerdo ¿Qué pasaría?
En caso de que México no llegue a un acuerdo en la solicitud de consultas con Estados Unidos y Canadá, México enfrentará un panel de disputa en el que corre el riesgo de recibir represalias comerciales y podría ser acreedor de sanciones o aranceles sobre los productos que el país exporta para compensar, según las reglas del T-MEC, el impacto negativo que tendrían las empresas estadounidenses y canadienses en materia energética. Algunos cálculos preliminares de expertos analistas lo ubican en el rango de 30 mil millones de dólares, sólo por el lado de EEUU, lo que representa el 2.3% del Producto Interno Bruto del país.

Hay dos formas de ver cómo estos dos países buscarían resarcir el daño, ya sea (i) buscando generar un costo a México o (ii) implementando acciones en contra del flujo comercial por ese monto.

Considerando que EEUU compra anualmente alrededor de 385,000 millones de dólares de productos mexicanos, y si ese país busca recaudar los 30 mil millones, implicaría que imponga un arancel de 8% del universo total de importaciones provenientes de nuestro país que representen un flujo comercial de 30 mil millones de dólares.

Más allá del tema de los aranceles, es que México sería puesto en tela de juicio como un país que no cumple con los tratados internacionales que ha suscrito, derrumbando la confianza que tiene ante la falta de certeza legal, lo que inmediatamente señalaría justificadamente una incidencia negativa en el futuro de las inversiones en nuestro país.

Si se llegasen a imponer sanciones arancelarias supondría un desastre para la economía del país, impactando sin duda a la industria exportadora con una alta probabilidad de recesión, una muy posible depreciación en el tipo de cambio, un mayor estancamiento en la inversión privada, un incremento en las salidas de capital, que sería rematada por una disminución en la calificación de la deuda soberana del país.

Un riesgoso juego de Ajedrez.
Esta disputa no es sobre de quién son los hidrocarburos, ni tampoco se trata de poner en duda la soberanía de un país, mucho menos el destino de la patria; es simplemente una disputa comercial por temas puntuales que tienen origen en la política energética implementada hace tres años.

Desde nuestro punto de vista, sin ser experto en economía, el T-MEC es muy claro y no pareciera que existan muchos argumentos plausibles para defender la política energética de la actual administración. Esperemos que resuelva la disputa durante el proceso de consulta, cediendo a lo que haya lugar para seguir cumpliendo con el Tratado y de esa forma evitar llegar al panel de solución de controversias.

De ser así podríamos tener la esperanza de que se mantengan las inversiones e incluso se revierta las tendencias que observamos apenas el mes pasado en la última edición del PRODESEN, donde claramente se señala que el país no está en condiciones de cumplir con sus metas de reducción de emisiones en el mediano plazo, no por un tema técnico, sino por la falta de recursos económicos, ya que estos son prioritarios para fortalecer a las empresas productivas del Estado, razón por la que no se están otorgando los permisos de generación que se requieren para cumplir con el crecimiento de la demanda y consumo de energía eléctrica.

Como lo hemos venido señalando en anteriores ocasiones, cada vez está más limitada la disponibilidad de energía, principalmente la proveniente de fuente renovable, por lo que si busca cumplir con sus metas ASG recomendamos que se ponga en contacto con alguno de nuestros representantes en Acclaim para que le ayuda a gestar un plan estratégico. Visite nuestra página web www.acclaimenergy.com.mx para solicitar se agenda una reunión.

Golazo en la Red por la Sostenibilidad

Qatar 2022

En un nuevo artículo para Energía Hoy, María José Treviño, Directora General de Acclaim Energy México, nos habla sobre cómo el mundial de Qatar 2022 se perfila como uno de los primeros eventos de su tipo en trazarse como meta reducir sus emisiones de carbono.

Lea la publicación completa a continuación.

https://issuu.com/acclaimenergymexico/docs/mundial_qatar_2022_golazo_en_la_red_por_la_sosten