Precio del Gas Natural: La Tormenta Perfecta

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octubre 14, 2021

El pasado día 27 de septiembre el precio del gas natural subieron a un nuevo máximo de siete años en los Estados Unidos, ya que el vencimiento de las opciones de octubre agregó impulso a un repunte alimentado por las crecientes preocupaciones de los analistas sobre la escasez prevista de suministros para este próximo invierno.

En las últimas semanas, hemos observado como a nivel mundial se han dado las condiciones que podrían disparar los precios del gas natural para los consumidores, y lo realmente preocupante es el impacto que esto podría provocar a las tarifas eléctricas.

En este Reporte de Mercado trataremos de englobar y explicar lo que empezamos observando en el mercado sobre todo, a tiempos próximos a que inicie la temporada invernal, literalmente a la la vuelta de la esquina.

En Europa, el costo del gas natural en el mercado mayorista, se ha disparado hasta alcanzar máximos históricos particularmente en el Reino Unido, España, Alemania, Francia e Italia. Las facturas tanto de los usuarios residenciales, comerciales e industriales ya se han disparado, y podrían subir aún más a medida que se acerque el frío y se necesite más combustible para la generación de electricidad y poner en línea los sistemas de calefacción, que es cuando la demanda del gas se dispara.

El aumento de los precios en Europa se debió a una primavera inusual en las que se registraron temperaturas menores a la media, particularmente en los pasados meses de abril y mayo, lo que provocó que se haya dejado de almacenar el gas natural en un período en que tradicionalmente suele iniciar esta actividad ya que la demanda normalmente disminuye. Este almacenamiento lo ubican ahora mismo un 20% por debajo de la media usual.

A esto habría que añadirse que los recursos eólicos no fueron los que tradicionalmente se registran en el Mar del Norte y a que los países empezaron a abandonar el uso del carbón como una medida para hacer frente a la crisis climática, y si a esto le añadimos que algunos países, como Alemania, está buscando dejar de depender de la energía nuclear en 2022, podemos empezar a vislumbrar la formación de una tormenta perfecta, al menos en referencia al precio del gas natural en aquel continente.

De este lado del Atlántico, la situación no es muy diferente, el precio del gas natural ha estado rondando los poco más de 5 dólares por millón de BTU durante los últimos días semanas, de hecho, el gas para entrega en octubre aumentó hasta un 8 por ciento, a 5.552 dólares por millón de BTU, el nivel más alto registrado desde febrero de 2014. Los operadores estaban cerrando posiciones bajistas antes del vencimiento de las opciones y futuros de octubre esta última semana de septiembre.

Los precios sobre los 4 dólares por millón de BTU que teníamos antes no creo que los volvamos a registrar, al menos por un tiempo, ya que dependemos de que en los próximos meses no se registren temperaturas severamente bajas, que el consumo se normalice, que la temporada que está por concluir de almacenamiento no presente mayores sorpresas y que el sistema de ductos no sufra imprevistos.

La demanda de gas natural se ha ido incrementando, toda vez que los países han ido retornando a sus actividades industriales, no así los productores de gas natural. La producción de gas natural en los EEUU no ha llegado a los niveles que se registraban antes de que iniciara la era COVID-19.

En Estados Unidos, las interrupciones del suministro relacionadas con las tormentas han agravado las preocupaciones sobre el lento crecimiento de la producción, ya que los perforadores escuchan los pedidos de restricción financiera de los inversionistas, lo que hace poco probable que los productores de esquisto puedan rescatar al resto del mundo este invierno.

En nuestro vecino país del norte se registró en verano, al igual que en Europa, un incremento inusual de la demanda de gas natural, afectando los inventarios de almacenamiento de este combustible. Para que tengan una idea del tamaño de la afectación les comento que hace un año, en estas mismas fechas, se registraba alrededor de 3,600 millones de pies cúbicos de almacenamiento, ahora mismo este monto anda rondando los 3,000 millones. Este diferencial equivale a aproximadamente 6 días de consumo, esto podría afectar el balance de oferta/demanda en los siguientes meses.

La cercanía del próximo invierno pone nerviosos a los analistas, aumentando su preocupación por el insumo y, por lo tanto, de su demanda; y es debido a ese nerviosismo el que los precios de los futuros del gas natural han estado registrando estos aumentos, y les voy a dar un ejemplo, el Henry Hub, una de las referencias más importante del precio de la molécula del gas natural en nuestro país, está rondando los 4.8 dólares por millón de BTU, si este dato lo comparamos con el que se registraba en enero de este mismo año, en el que se cotizaba entre 2.8-2.9 dólares el millón de BTU, nos confirma que el precio registra un alza casi el 70% en estos últimos ocho-nueve meses de lo que va del año.

Otro dato que debemos tener en cuenta es: La prima por el gas entregado en marzo frente al contrato de abril, esencialmente se trata de una apuesta sobre la escasez de suministros de este combustible al final del invierno, lo que ha disparado al nivel más alto desde 2005 para esta época del año.

La reducción en la producción de petróleo también incide en la disponibilidad de gas natural, y por lo tanto en su precio, y esto es debido a que buena fracción del gas procesado proviene de los pozos petroleros que lo extraen como gas asociado. Los recortes de producción aun continúan y por lo tanto no abona a satisfacer la demanda.

Alrededor del 24 por ciento de la producción de gas en el Golfo de México sigue cerrada después del huracán Ida, según datos publicados el jueves 23 de septiembre por la Oficina de Seguridad y Cumplimiento Ambiental. No se espera que las operaciones en la región se recuperen por completo hasta el próximo año. Si a lo anterior le añadimos que desde el inicio de la administración Biden, con el regreso al Acuerdo de París y el nuevo objetivo de reducir sus emisiones de dióxido de carbono en 52% en los próximos 8 o 9 nueve años ha obligado a las empresas petroleras a replantear sus planes, afectando sus niveles de producción a niveles similares a los de 2018, hechos que han provocado que los niveles de inventarios de reservas de gas en los Estados Unidos registren valores que están un 6.9 por ciento por debajo del promedio de los últimos cinco años.

Ahora bien, si consideramos que, si se presenta de nueva cuenta un desabasto de gas natural disponible para ser turbinado en las centrales de ciclo combinado de CFE, entonces estaríamos ante un panorama todavía más desalentador, ya que se tendría que hacer uso de las viejas centrales de generación base combustóleo.

Tomando en cuenta que el sector de generación eléctrica es el mayor cliente de gas natural el cual demanda poco más del 50% del gas que se comercializa en el país, podemos suponer que el precio de las tarifas eléctricas van a ser impactadas al alza, y que por lo mismo, la SHCP tendrá que destinar una mayor cantidad de recursos para subsidiar la energía que genera la Comisión Federal de Electricidad y que entrega a la población con tarifas básicas que no reflejan los cambios de precio en los insumos.

La pregunta obligada sería: ¿Están preparados para enfrentar este sobrecosto?

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