La transición Energética es una exigencia de mercado: María José Treviño
Por Diego Badillo – El Economista
El impulso a la generación de electricidad con energías limpias no solamente está motivado por razones climáticas, sino por la necesidad de las empresas de atraer inversiones sostenibles expone
En México, la oferta de energía para la producción es limitada y, en el mediano plazo, será insuficiente para satisfacer las exigencias de los consumidores, afirmó María José Treviño, directora general de Acclaim Energy México.
La experta en transición energética explicó que, en los últimos años, se ha incrementado la demanda de energía en general en alrededor de 3%, sin considerar los efectos del nearshoring y algunos estados estiman que ese fenómeno sume 20% de incremento.
Al participar en el panel “Energía & agua, el reto de la relocalización industrial”, organizado por la agencia para el desarrollo Red 360º+ 1º en Silao, Guanajuato, dijo que para fomentar el suministro de energía limpia a la industria, México debe tener un marco regulatorio claro, consistente, que proporcione certidumbre a los inversionistas y permita a las empresas realizar una planeación estratégica a largo plazo.
La especialista destacó que el impulso a la transición energética no solamente está motivado por razones climáticas, sino por la necesidad de las empresas de atraer inversiones sostenibles, lo cual se traduce en empleos, desarrollo económico y menor inseguridad.
En ese sentido, dijo que para atraer inversiones, es estratégico contar con energías renovables, porque muchas de las empresas extranjeras, tanto las que ya se instalaron en México, como las que están llegando en esta ola del nearshoring, cuentan con una gran presión por descarbonizar sus procesos productivos,
Recalcó que, en muchos casos, ya no es suficiente con que las empresas cuenten con un contrato de suministro de electricidad generada con energía renovable, sino con instrumentos que certifiquen esa energía.
Asimismo, recalcó que cualquier proyecto de energía en general no es posible sin infraestructura asociada, concretamente en distribución y transmisión.
De nada sirven los permisos para el establecimiento de nuevas plantas de generación sin la incorporación de infraestructura, que permita darle acceso a la demanda y eso, remarcó, es un problema clave en México.
También son necesarios incentivos financieros y fiscales que promuevan activamente adopción de tecnologías, que permitan la diversificación del mix energético, abundó.
Desde su perspectiva, Con más demanda y facilidades de implementación, así como el fortalecimiento de la investigación en actividades innovadoras, México podría posicionarse como un actor clave en el escenario global de la transición energética.
Dijo que las asociaciones público-privadas podría acelerar y mantener la atracción de la inversión.
El problema de México es su dependencia del gas de EU
Por su parte, Bernardo De la Garza Hesles, Consultor en Energía y Derecho, experto en hidrocarburos, consultor en materia de regulación, destacó que el gas naturas se convirtió en el combustible puente entre la producción de electricidad con hidrocarburos y la producida con energías renovables, porque contamina menos, pero sigue contaminando.
Dijo que este mundo no puede seguir funcionando con hidrocarburos y una muestra de ello es el huracán Otis, que devastó la costa de Guerrero; sin embargo, agregó, el mundo lleva funcionando 200 años con petróleo y sus derivados, por lo que su sustitución no va a ser ni mágica ni rápida.
Destacó que el problema que tiene México es que genera la gran parte de su electricidad con gas natural importado de Estados Unidos, porque se dejó de invertir en la extracción de ese energético en el país.
Tenemos una dependencia al gas natural, pero dependemos de un gas natural que no es nuestro, recalcó
El especialista consideró que lo importante es pensar cómo se va a lograr que la electricidad generada con energías renovables se suba a las redes de distribución, la cual es muy débil, además de que, en este momento, a la gente que controla la distribución no le gusta la intermitencia, que es una característica de la generación con energía renovable.
Indicó que ese problema se eliminaría teniendo una red de distribución robusta.
Ante esa situación, añadió, es indispensable determinar qué es lo que se debe hacer para dejar atrás a los hidrocarburos, como lo está haciendo el resto del mundo.
En ese sentido, comentó que, hasta 2022, solo Francia, Brasil, Noruega, Suecia y Dinamarca, habían logrado limpieza en su reducción en consumo de hidrocarburos, aunque dependen de ellos. En tanto, México ha incrementado su dependencia de hidrocarburos.
México requiere aumentar red de transmisión, distribución y almacenamiento
A su vez Santiago Barcón, CEO de PQ Barcon, mencionó que depender del gas de Texas es un problema. “Lo que necesitamos aumentar es el almacenamiento de electricidad”.
Concrétamente, propuso que el país aumente 5,000 kilómetros por año la red de transmisión; 15,000 kilómetros por año la distribución y tres días más por año de almacenamiento. Con eso se terminaría con el problema que representa la variabilidad en la generación que tienen las renovables y la suspensión en el suministro de gas.
El también miembro de la Agencia Mexicana de Energía, expuso que México debe tener una matriz diversificada de fuentes de generación de energía eléctrica, que le permita tener capacidad de crecimiento.
México debe aprovechar el nearshoring para que no le ocurra lo que le pasó con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, cuando se creó mucha industria de maquiladoras, pero no se complementó la cadena de suministros, abundó.
En opinión del especialista, la actual es una oportunidad para que México, no solamente tenga mano de obra, sino suministrador de la enorme cadena industrial que se está construyendo con Estados Unidos.
Por otra parte, María José Treviño dijo que México, en general, y Guanajuato, en particular, siempre han sido lugares atractivos para la localización de empresas con miras al mercado estadounidense; sin embargo, hay que reconocer que los mercados han evolucionado y las empresas ahora llegan con distintas necesidades, conciencia y exigencias y habrá que adaptarnos para mantenernos relevantes, competitivos y atractivos frente a nueva inversión, cuidando la seguridad energética, la inversión en infraestructura, contar con una matriz energética diversa y costos competitivos.