ESG y el Camino Hacia una Economía Circular
La sostenibilidad y sustentabilidad son conceptos contaran con la responsabilidad de por un lado exigir que se han vuelto parte de nuestro vocabulario en el día a día en los negocios. Un informe publicado por la Dra. Gro Brundtland quien se ha desempeñado en el ámbito internacional como directora general de la Organización Mundial de la Salud de 1998 a 2003, y que más tarde fue nombrada enviada especial de las Naciones Unidas para el Cambio Climático oportunidad que conquistó gracias al informe que redactó en 1987 llamado “Nuestro futuro común”, donde describe a la sustentabilidad como “El desarrollo sustentable para satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades”.
Dicho lo anterior y dadas las condiciones climáticas que han obligado al ser humano a adaptarse y replantear su estilo de vida, ahora entendemos que la sustentabilidad va más allá de usar materiales biodegradables, o de reducir el uso de materiales contaminantes, pues nuestras decisiones día a día impactan un poco mas en el medio ambiente y nos obliga a imaginar cuál será el mundo que le dejaremos a nuestros hijos, sobrinos y nietos. Pero no se trata solo del sentimentalismo individual, sino que ahora las organizaciones a nivel mundial, buscan integrarlo en las agendas como una prioridad dados los resultado de diversos estudios que comentan sobre lo importante que es atenderlo cuanto antes. Por ejemplo; si no logramos detener el calentamiento global, para el año 2030 el 20% de la población mundial se enfrentará a una situación de migración geográfica por el alto índice de refugiados climáticos a consecuencia del derretimiento de los polos que disminuirán el territorio habitable, y que además traerá como consecuencia la readaptación económica dada la perdida de vegetación y biodiversidad alrededor del mundo.
La agenda 2030 de la ONU se desglosa en dos principales enfoques; el gubernamental y el industrial en los que se debate respecto a la producción versus el consumo responsable, porque se tiene claro que los consumidores, al encontrarse al centro de la terna toda vez que se les tenga mayor y mejor informados, contaran con la responsabilidad de por un lado exigir y por el otro elegir lo que sea mejora para ellos y el resto de los ciudadanos.
Es cada vez más común que los usuarios cuestionen de dónde vienen las materias primas, ¿cómo se lleva a cabo el proceso de producción?, ¿cuánta energía utiliza?, ¿usa energías limpias?, ¿cómo fue diseñado el empaque?, ¿las condiciones de los trabajadores son las optimas?, ¿lo empacan adultos?, en cuanto a la logística y distribución ¿cuánto combustible utilizan y de qué tipo?, ¿una vez que se termina de utilizar el articulo se puede reciclar el envase?, Son muchas preguntas que probablemente antes no nos hacíamos porque no nos hacían sentido hasta que la economía circular replanteó nuevas estrategias tomando como marco todo lo mencionado anteriormente. Bajo los criterios ESG (Environmental Social & Governance), muchas compañías se han comprometido a ofrecer informes públicos a manera de ofrecer una radiografía de las entrañas de la compañía desde la compra de las materias primas, el sistema productivo, así como las condiciones en las que trabajan los empleados pues esta comprobado que en gran medida ello influye en la calidad de los productos y servicios que recibe el usuario final.
Estas decisiones a nivel mundial han ocasionado una disrupción de paradigmas, dejando en el siglo pasado la producción en serie que trajo consigo la Revolución Industrial. Es tiempo de mantener solo lo útil que nos dejó esa época, desaprender algunas métricas y aprender otras al ritmo de la evolución que nos exige el mundo actual.
Antes, el modelo lineal únicamente se limitaba en producir, usar y tirar, mientras que la economía circular busca un modelo en el que los artículos estén pensados para ser producidos, usados, reparados, reciclados y reutilizados.
Existen tres principios básicos en esta última para lograrlo; el primero es diseñar productos que desde su fabricación reduzcan residuos o minimicen el impacto ambiental, hoy es posible gracias a la investigación y trazabilidad. Además, las redes sociales permiten a los consumidores observar procesos de fabricación desde su origen lo que hace más exigente el compromiso con las compañías por cumplir las expectativas. Un ejemplo es Unilever quien firmó junto a su competencia a través del Instituto Global para la Sostenibilidad del Tecnológico de Monterrey, los compromisos para utilizar materias primas no dañinas para el medio ambiente, además de comprometerse a integrar tecnologías sustentables en el proceso de producción tales como; promover la energía renovable, cuidar la eficiencia del agua, entre otros.
El segundo punto es mantener materiales y productos en uso toda vez que sea posible. De nuevo Unilever a la vanguardia pues son notables las propuestas ya existentes en los anaqueles de tiendas de autoabasto que nos sugieren reutilizar el dispensador que ya tienes en casa para dar uso al nuevo envase de crema corporal y así disminuir nuestra basura, además de ser notable la disminución de plástico y una modificación importante en el envase con el fin de ser comprimido para su reciclado.
Por último, el tercer punto se enfoca en fomentar planes para regenerar los sistemas naturales que permitan a la naturaleza recuperar un poco de lo que nos proveyó. Un ejemplo es Arca-Continental que cuenta con proyectos de ahorro y reposición de agua como Rainmaker, reconocido en 2012 por la Asociación Internacional del Agua y el Programa Nacional de Reforestación.
Con lo anterior, los criterios ESG (Environmental, Social & Governace) han buscado la forma de empujar a las compañías a comprometerse con las comunidades dotándolas de opinión para preservar la naturaleza, creando campañas para reforestar los bosques, comprometiéndose a proteger los mantos acuíferos a cambio de productos y servicios que mejoren su calidad de vista, incluso creando programas en apoyo a poblaciones vulnerables que son favorecidas con energía eléctrica mediante generación solar por mencionar alguna.
Entendamos que la información nos da poder como consumidores y que en términos de negocios siempre es mejor integrarse a la normativa de forma voluntaria incluso antes de que esta se establezca, de lo contrario, las consecuencias de estar lejos de las acciones que nos lleven al cumplimiento no solo impactará en las finanzas de la compañía sino que tendrá como limite el impacto ambiental que esta lejos de ser controlado por el ser humano y la mejor de las tecnologías. Acclaim Energy tiene como objetivo orientarlos a gestionar las estrategias que le permitan cumplir los compromisos ambientales con base a su consumo energético, además de medir la reducción de emisiones y desarrollar reportes que le permitan establecer elementos de los negocios con mayor rentabilidad y sostenibilidad a través del tiempo para sus clientes y socios de negocios.