Consumidores, ¿tomaron o pagaron?

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enero 19, 2021

En 2020, el COVID-19 afectó a las empresas de diferentes maneras. Grandes industriales, minoristas, cadenas hoteleras y muchas compañías mineras fueron etiquetadas como actividades no esenciales en México y se vieron obligadas a cerrar operaciones durante ciertos períodos de tiempo. Otros se vieron afectados por la respuesta de su cadena de suministro a la pandemia y se vieron orillados a disminuir su actividad. Estos cambios en las operaciones han desafiado su capacidad para cumplir con sus compromisos de suministro, por ejemplo, en energía. Muchas de estos consumidores, tal como las empresas, han estado disfrutando de beneficios económicos a través de contratos bilaterales de suministro de electricidad que, en muchos casos, incluían obligaciones take-or-pay. Muchos de estos compromisos se han convertido en penalizaciones por un menor consumo en 2020 como consecuencia del COVID-19 y son rubros que aún no se han resuelto.

Las cláusulas take-or-Pay se integran comúnmente en los contratos de suministro de electricidad para definir un compromiso de energía y capacidad, un bloque por ejemplo, que debe tomar y pagar un consumidor empresarial durante un período determinado. El bloque generalmente se calcula mediante perfiles de consumo históricos y pronosticados.  El Take-or-Pay se puede estructurar de muchas maneras. En algunos casos, el proveedor permite una banda de consumo que mitiga las fluctuaciones en el consumo.

Por otro lado, existe una obligación “dura” de take-or-pay por la cual el consumidor paga el precio total del bloque independientemente de si todo el bloque se ha consumido o no. Esta práctica ayuda a los consumidores a garantizar que se les suministre un cierto volumen a un precio acordado y permite a los generadores mitigar el riesgo relacionado con tener que vender energía al mercado o a CFE; les da certidumbre sobre el flujo de caja y apoya el financiamiento de proyectos.

Aunque los contratos de suministro se pueden estructurar de tal manera que el bloque se pueda revisar anualmente, muchas empresas no tienen esta característica en sus contratos y se enfrentan a un golpe de COVID-19 en torno a los contratos de suministro de energía. Aunque esta cláusula apoya el equilibrio de riesgos entre las partes involucradas en un contrato de suministro de electricidad, se convierte en un problema cuando una empresa se aleja drásticamente del perfil proyectado que se consideró cuando tuvo lugar la negociación. La detención contundente de las operaciones en todo el país ha puesto a muchos consumidores de alta energía en esta posición arriesgada y desventajosa, lo que hace que sus proyecciones estimadas de consumo a futuro para 2020 sean inexactas.

Otra razón por la que los consumidores enfrentaron penalizaciones con respecto a sus obligaciones de Take-or-Pay se debe a haber agregado la generación en el sitio, como la solar, sin tener en cuenta su contrato de suministro. La generación distribuida, especialmente a través de fuentes renovables, se ha convertido en una forma popular para que las empresas cumplan con los objetivos de confiabilidad y sostenibilidad. Agregar la generación en el sitio reduce la energía consumida del proveedor que aún hace cumplir las obligaciones de Take-or-Pay, erosionando parcial o totalmente los beneficios económicos de la generación en el sitio. Idealmente, los consultores, como Acclaim Energy, son contratados para analizar y optimizar la integración de ambos esquemas de suministro, considerando impedimentos y beneficios físicos, regulatorios y económicos. En este sentido, resolver el rompecabezas puede proteger contra sanciones financieras y generar beneficios interesantes a todas las partes.

¿Qué sigue? De aquí en adelante, los contratos de suministro tendrán un enfoque más profundo en las cláusulas de fuerza mayor en torno a las pandemias y los anuncios gubernamentales que impulsan los cierres de plantas. El lenguaje utilizado en estas cláusulas será mucho menos ambiguo e inducirá menos sorpresas cuando eventos como el COVID-19 afecten a las partes de manera impredecible. Es crucial incluir revisiones legales y comerciales en estas transacciones. En el frente comercial, el riesgo volumétrico debe ser evaluado y mitigado a través de proyecciones históricas y pronosticadas en torno a diferentes escenarios para asumir obligaciones take-or-pay en los contratos de suministro y evitar sanciones en 2021.

Covid-19 ha llevado a muchas empresas a evaluar los términos y condiciones en sus contratos de suministro de energía, especialmente aquellos que son a largo plazo. Esta es una práctica saludable que debe realizarse periódicamente y que como consultores siempre fomentamos. Esto brinda la oportunidad de evaluar y reevaluar los riesgos y oportunidades dentro del mismo contrato, que debido a los cambios de mercado, políticos y regulatorios siempre están presentes y deben mitigarse para el éxito empresarial.

Leer nota: https://mexicobusiness.news/energy/news/consumers-did-you-take-or-pay?tag=energy

Por María José Treviño

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