Tres Competencias Clave para Jóvenes en Búsqueda de su Primer Empleo

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marzo 9, 2022

Recientemente se ha incorporado talento joven a Acclaim Energy, y esto me hizo recordar que hace algunos días se cumplieron 27 años de que conseguí mi primer trabajo después de haber concluido mis estudios profesionales. Ha sido un viaje con altas y bajas, muchas experiencias que han contribuido a mi aprendizaje y múltiples compañeros que me han hecho apreciar tanto el valor de trabajo en equipo como el de la soledad. En retrospectiva, me hubiera gustado que, especialmente durante mis primeros pasos en el mundo laboral, e incluso desde antes de terminar mi carrera, alguien me hubiera orientado sobre lo que podría haber hecho diferente para fortalecer mis competencias e incrementar el valor que podía darle a una organización, y con ello mejorar mis oportunidades de ser contratado y de desarrollarme en una empresa.

Con eso en mente, me gustaría aportar mi conocimiento de más de dos décadas en las áreas de consultoría y de Recursos Humanos para que algún nuevo profesionista que esté incorporándose al mercado laboral pueda beneficiarse de él. Creo que los mejores consejos son aquellos sencillos, prácticos, que provienen de la experiencia propia y que se dan desinteresadamente, y es con ese ánimo que les comparto estas líneas. Pueden ser de utilidad especialmente para estudiantes de los últimos semestres de una carrera que están próximos a terminar o que quieren comenzar a trabajar pronto.

En la búsqueda del primer empleo, el mayor obstáculo que un candidato suele encontrar es la falta de experiencia. Afortunadamente ahora parece haber más empresas dispuestas a dar una oportunidad a personas sin experiencia laboral previa, siempre y cuando el prospecto cuente con ciertas características que hagan rentable el riesgo inherente en preferir a un novato que a un veterano. A continuación presento brevemente tres de estas competencias para que puedan desarrollarlas si es de su interés.

Trabajo Colaborativo
Parece casi un cliché el decir que una de ellas es la de saber trabajar en equipo. Cuando en una entrevista de trabajo se le pide a la persona que nos diga sus fortalezas y áreas de oportunidad, una gran mayoría menciona el trabajo en equipo como uno de sus puntos fuertes. Para poder marcar una diferencia con respecto al resto, es importante tener una verdadera conciencia de lo que un empleador busca en las personas a este respecto.

Lo primero es tener claro que en las organizaciones modernas, la velocidad del cambio del entorno y de las herramientas y recursos, hacen que sea prácticamente obligatorio el trabajo colaborativo. Son muy pocos los objetivos que pueden ser logrados mediante el trabajo aislado de una persona o un solo grupo.

Normalmente se requieren múltiples interacciones, conocimientos muy variados, y equipos formados por personal de diferentes áreas, con formación y experiencia complementaria. Pero no basta tener clara la importancia de la colaboración, hay que demostrar que la podemos llevar a la práctica: que apreciamos las diferencias entre las personas y que las vemos como una ocasión de complementar las áreas de oportunidad propias con las fortalezas de los compañeros del equipo, que somos tolerantes con estilos de trabajo diferentes al nuestro y sabemos lograr compromisos para acercar posiciones encontradas, que podemos adaptar nuestra forma de comunicarnos a las necesidades de audiencias diversas, y que no necesitamos recibir siempre el reconocimiento por los logros, ni tener en todo momento sobre nosotros el reflector, ni estar en el centro del escenario durante toda la obra. Afortunadamente esta competencia se puede desarrollar fuera del trabajo.

La vida del estudiante está llena de oportunidades para hacerlo, ya sea en la práctica de algún deporte o actividad extracurricular en grupo, o bien en la elaboración de tareas y trabajos en equipo. Lo importante es tomar conciencia de la importancia de estas oportunidades mientras suceden, y, en lugar de frustrarse cuando las cosas no salen de acuerdo con lo esperado, verlas como una ocasión para fortalecer una habilidad valiosa.

Agilidad e Interés para Aprender
Cuando una empresa está dispuesta a contratar a alguien que no sabe sobre su negocio o sobre las tareas específicas que va a desarrollar, normalmente es porque está dispuesta a enseñarle al respecto. Esto tiene un costo, en tiempo y en dinero, y cualquier organización con un enfoque claro en resultados va a buscar que esta inversión se haga productiva en el menor tiempo posible. De aquí la importancia de buscar perfiles que demuestren la capacidad de adquirir nuevos conocimientos y de ponerlos en práctica rápidamente.

Aunque las calificaciones escolares suelen ser un buen indicador de esta habilidad, no son el único que toman en cuenta las áreas de Selección de Personal. No todo el aprendizaje se da en entornos y esquemas estructurados como el de las clases presenciales en la escuela. Para demostrar una fortaleza en esta área, es importante tener ejemplos como el del aprendizaje de nuevos idiomas o nuevas habilidades, especialmente si son extracurriculares o electivas, ya que eso demuestra un interés por enriquecer nuestro conocimiento.

Aquí se pueden incluir experiencias como la formación con base en el entrenamiento o en esquemas de maestro-aprendiz, ya sea en los deportes o en actividades de voluntariado.

Enfoque en Resultados
Esta es otra competencia que tiene un lugar privilegiado en las listas de popularidad de los entrevistados. Suena bien; después de todo ¿qué empresa busca personas que no estén interesadas en dar resultados?

El problema comienza cuando descomponemos la competencia en los elementos que la integran y nos damos cuenta que el número de personas que realmente pueden demostrar fortaleza en cada uno de ellos es mucho menor.

Para empezar, el pensar en resultados implica que hay que definir cuáles van a ser y cómo se van a medir. Esto implica la capacidad analítica para establecer indicadores clave que realmente permitan evaluar el logro de una meta así como herramientas e información que permitan darle seguimiento a su comportamiento a lo largo del tiempo. No es lo mismo poder dar un ejemplo de una experiencia personal que incluya estos elementos que simplemente decir que estamos dispuestos a hacer lo que haya que hacer para cumplir con un objetivo.

En segundo lugar, esta competencia requiere la habilidad de ser persistente en la búsqueda del logro. Los resultados que tienen mayor impacto por lo general no se dan en el corto plazo, sino que requieren ajustes constantes durante periodos prolongados, que idealmente deberían estar basados en la medición y enfocados en las actividades que tengan el mayor impacto sobre el desempeño de los indicadores.

Por último, es importante que el enfoque en los resultados esté balanceado con un enfoque en las personas. Entender que los responsables de alcanzar los resultados no son máquinas que existen únicamente para trabajar y que, si bien el logro de una meta para un negocio implica normalmente la posibilidad de continuar existiendo y de crecer, enfocarse únicamente en la meta a costa de la preocupación por el personal involucrado también pone en riesgo la existencia y el crecimiento de la empresa en el mediano y largo plazo.

Este equilibrio no es fácil de lograr, y requiere el ser capaz de dar y de estar abierto a recibir retroalimentación oportuna, objetiva, útil y respetuosa que le permita a las personas ajustar su desempeño para estar en línea con la búsqueda del logro.

Si bien no es tan común el tener oportunidades de demostrar y desarrollar esta competencia antes de pertenecer a una empresa, sí es posible encontrar ejemplos tales como proyectos de mejora personal: aprender un nuevo idioma, aprender a tocar un instrumento musical, entrenar para correr una carrera de larga distancia, o en general cualquiera que requiera un esfuerzo prolongado al que se le pueda dar seguimiento con indicadores claros y medibles.

De acuerdo con el tipo de trabajo que se busque, podrá haber además competencias técnicas específicas para la posición, las cuales no son materia de este artículo.

Sin embargo, las tres competencias clave que hemos mencionado aquí son valoradas para muchas posiciones de entrada en prácticamente cualquier organización. Para cualquier plan de mejora, el primer paso es tomar conciencia.

Espero esta pequeña contribución sea de utilidad para que den este paso y puedan ahora pasar a la acción. Busquen oportunidades de desarrollar estas habilidades, de manera que cuando les hagan una entrevista puedan dar ejemplos concretos que les permitan destacarse de otros candidatos y pasar a las siguientes etapas de la selección.

Gracias por su atención a estas líneas y mucha suerte a todos en sus procesos de búsqueda.

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