El riesgo de sostenibilidad no es un concepto nuevo, ha existido por un tiempo. De hecho, hay artículos desde principios de la década del 2000, dónde comenzaron a mencionar el riesgo de sostenibilidad. Sin embargo, el tema ha ido aumentando en relevancia desde que tanto inversores como consumidores comenzaron a promoverlo en sus criterios de compra e inversión en empresas.
En un reciente artículo, Acclaim Energy mencionó la necesidad de que las empresas incorporen los riesgos asociados con los programas ambientales, sociales y de gobernanza (“ESG”) dentro del marco de gestión de riesgos empresariales de una empresa. Gestionar estos riesgos de forma eficaz es un componente clave de cualquier estrategia ESG de éxito.
¿Qué es el riesgo de sostenibilidad?
Este riesgo puede definirse como “condiciones o eventos ESG que pueden o podrían tener un impacto negativo significativo en los activos, la situación financiera y de ganancias, o la reputación de una entidad1”. Como tal, los riesgos de sostenibilidad no están todos relacionados con el cambio climático, ya que también incluyen comportamientos comerciales y productos no éticos, entre otros. Por ejemplo, algunas empresas no comercian con aceite de palma por su relación con la deforestación. Con el fin de ilustrar mejor cómo gestionar la sostenibilidad, nos vamos a centrar en el riesgo de sostenibilidad de la cadena de suministro y el valor empresarial que una gestión exitosa de este riesgo crea para una empresa.
La sostenibilidad de la cadena de suministro se define como la incorporación de consideraciones ESG en el abastecimiento de materias primas y la producción y entrega de productos en el mercado. Una encuesta realizada en 2020 por el Centro de Transporte y Logística del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y el Consejo de Profesionales de Gestión de la Cadena de Suministro (CSCMP) muestra que el 35% de las 1,100 empresas encuestadas carecen de objetivos sostenibles para su cadena de suministro. Esta es una estadística bastante notable porque muestra que un gran número de empresas aún les falta un componente básico y significativo en su política ESG y una falta de comprensión de sus riesgos financieros y reputacionales.
La recomendación inicial de Acclaim a las empresas sin objetivos de sostenibilidad de la cadena de suministro es hacer una revisión profunda de sus políticas ESG, porque es probable que no sean tan completas y robustas como se requieren. Los estándares ESG definidos a nivel de empresa deben servir como una guía para operar globalmente con un alto estándar en lo que respecta a la gestión de la cadena de suministro. Nuestra segunda recomendación gira en torno a la necesidad de entender bien toda la cadena de suministro para obtener un conocimiento profundo de todo su proceso. Esto requiere dividir a los proveedores en niveles, con sus proveedores más grandes e importantes siendo el nivel 1 y sus proveedores más pequeños siendo los niveles 2 y 3 respectivamente. La razón es que es probable que el riesgo de sostenibilidad de la cadena de suministro se concentre en los proveedores de nivel 2 y 3. Por ejemplo, un estudio de 2020 sobre la cadena de suministro sostenible publicado en Harvard Business Review muestra que la falta de prácticas ambientales, las malas condiciones de salud y seguridad, e incluso la falta de políticas de acoso sexual están comúnmente generalizadas entre los pequeños proveedores con vínculos con grandes empresas multinacionales que defienden la sostenibilidad.
Los resultados de este estudio muestran claramente una desconexión entre el desarrollo de estándares ESG para la cadena de suministro de una empresa y la importancia e implementación de estos estándares. Existen tres factores con los que una empresa puede cerrar la brecha entre la definición y la implementación de políticas:
- Alineación: El cumplimiento de objetivos ESG significa requerir que los proveedores de N ivel 1 establezcan sus propios objetivos de sostenibilidad a largo plazo en línea con los propios objetivos de sostenibilidad a largo plazo de su empresa. Por ejemplo, obtener el 100% de su energía de fuentes renovables para el año 2025.
- Educación: Cumplir con metas de sostenibilidad se logra a través de cambios culturales más que a través de cambios en los procesos y sistemas. En este contexto, es importante que una empresa comparta su responsabilidad, impacto e iniciativas ESG con sus proveedores para comunicar los problemas, los riesgos y la huella de la cadena de suministro. Este esfuerzo educativo ayuda a crear una cultura ESG inclusiva y proactiva con la participación directa de proveedores de nivel inferior, los cuales también forman parte de la estrategia general de sostenibilidad. Por ejemplo, este esfuerzo educativo fomenta conceptos de sostenibilidad como la economía circular por parte de todos para reducir los residuos.
- Rendición de cuentas: Se debe desarrollar un grupo de indicadores de rendimiento para hacer un seguimiento del progreso realizado en relación con los objetivos ESG. Esto debe ir acompañado de la creación de un sistema de incentivos para recompensar los esfuerzos e ideas de sostenibilidad en todos sus empleados y proveedores. Los KPIs (indicadores de rendimiento) también le permitirán identificar áreas de oportunidad y obtener el compromiso de los proveedores con los objetivos ESG.
La implementación de políticas de sostenibilidad exitosas en la cadena de suministro de una empresa crea un valor comercial. Un informe de investigación de IBM para la Federación Nacional de Minoristas de EE.UU. muestra que el 71% de los consumidores encuestados indican que la trazabilidad de los productos es muy importante y están dispuestos a pagar una prima por las marcas que la proporcionan. Esto significa que la sostenibilidad ya es un factor diferenciador importante entre las empresas y la percepción que los consumidores tienen de éstas. Este hecho está respaldado por datos del mismo informe de investigación de IBM que muestra que el 57% de los consumidores encuestados a nivel mundial están dispuestos a cambiar sus hábitos de compra para ayudar a reducir el impacto ambiental negativo.
La tendencia actual es que las políticas y prácticas ESG sólidas son actividades de generación de valor. Por este motivo, los líderes empresariales están adoptando, promoviendo e implementando programas de riesgo de sostenibilidad de la cadena de suministro para cumplir con los objetivos de ESG antes de que la valoración de su negocio pueda verse afectada negativamente. Las empresas sin una comprensión sólida de su propia cadena de suministro y los riesgos que plantea tienen una mayor probabilidad de enfrentar la reacción negativa de los consumidores e inversores, lo cual, no es bueno para su posición como líder u organización.