El gas natural ha incrementado su disponibilidad en gran parte del territorio nacional en los últimos años. Hay regiones de México que ahora tienen acceso a mejorar su competitividad al usar un combustible más limpio y que se espera se mantenga más barato que los hidrocarburos líquidos durante décadas. Algunas de estas regiones como en noroeste del país y su costa del Pacífico no habían tenido esa oportunidad nunca antes y ahora pueden comenzar a usar este combustible gracias a la disponibilidad de gasoductos como el corredor Sásabe-Puerto- Libertad-Mazatlán. Otras regiones en el occidente, el centro y el sur tienen hoy mayor capacidad de transporte conforme otros gasoductos han entrado en operación como el del Sur de Texas-Tuxpan que es submarino y que recientemente llegó a mover 1 BCF de gas en un día, lo que hace factible que puedan acceder al uso del gas natural en condiciones más confiables.
El incremento en la capacidad de transporte dentro del país permite que una mayor cantidad de consumidores de gas natural tengan acceso al transporte de este combustible en contratos con base firme. Las reglas en leyes y regulaciones están vigentes para un acceso abierto y no indebidamente discriminatorio para todos los usuarios, lo que significa trato justo para todos, independientemente de su tamaño. Las instituciones del Estado con mandatos claros para regular y hacer que esto sea una realidad tienen una oportunidad de ponerlo en plena operación en el corto plazo, conforme se pongan en operación nuevos gasoductos, interconexiones y capacidad de compresión. La mayor confiabilidad en el transporte y la estabilización de la producción de gas nacional permiten prever que gradualmente se irá cumpliendo el objetivo nacional de tener un abasto pleno de un combustible que, por su bajo precio, es fundamental para reducir los costos de los industriales.
Los precios del gas natural actuales son muy atractivos en México debido a la caída en los precios de todos los hidrocarburos durante la presente crisis sanitaria COVID-19. De acuerdo con el Índice de Referencia Nacional de Precios de Gas Natural al Mayoreo (IPGN) que publica la Comisión Reguladora de Energía, los precios de marzo pasado fueron 23.4 por ciento menores a los de seis meses atrás, en septiembre de 2019. La caída fue todavía mayor en términos de dólares (de 31.7 por ciento), pero se compensó parcialmente por la depreciación del tipo de cambio. Los precios en los EUA cayeron recientemente por la reducción de la demanda que se espera sea temporal, pero se espera que repunten de manera moderada una vez que pase la crisis sanitaria. En el largo plazo, se anticipa que los precios del gas natural se mantendrán muy competitivos en un rango de entre 3 y 3.5 dólares por millón de Btu.
Al interior del país hay una gran dispersión de precios por zonas, que refleja los cuellos de botella que todavía se enfrentan en materia de transporte. Así, en marzo de 2020 los precios en losEstados del noroeste de México tuvieron precios promedio que fueron menos de la mitad de los que se observaron en los estados del Occidente del país. Estos diferenciales de precios se reducirán de manera considerable con la entrada en plana operación de gasoductos que permitirán que el gas del occidente de Texas, uno de los más baratos del mundo por falta de capacidad para moverlo hacia los centros de consumo, baje de norte a sur por Chihuahua a la Laguna y de ahí hacia Aguascalientes y Guadalajara. Los diferenciales de precios del occidente de Texas se verán también afectados por los desarrollos de infraestructura en los EUA que están en proceso de construcción y, en particular, por la demanda que exista para el GNL que produzcan en sus nuevas terminales de licuefacción de gas en el Golfo de México.
En este contexto, los grandes consumidores de gas natural en México enfrentan grandes retos. Por un lado, tienen que entender los cambios estructurales que afectan la disponibilidad de este combustible en su región y el proceso de convergencia de precios en México con los de los EUA. Por otro, deben procesar que hay un incremento en oportunidades comerciales por la entrada de nuevos comercializadores a la industria y lo que eso significa en oportunidades de mejores precios y condiciones contractuales. Las condiciones contractuales de precio y servicios que los consumidores de gas natural podrán alcanzar depende del tamaño de su consumo.
Un entendimiento más claro de lo que está ocurriendo con el gas en Norteamérica, así como de lo que sucederá y la velocidad con la cual se pueden esperar los cambios permitirá a las empresas mexicanas elegir mejor a sus posibles comercializadores de gas natural, definir el tipo de esquema comercial que requieren y conseguir las mejores condiciones de precio y de servicio. Para hacer los cambios que las empresas requieren en sus compras de gas natural es importante que éstas tengan un enfoque estratégico, similar al que usan para el resto de la planeación de sus proyectos. Deben de tener claridad de dónde están hoy, del entorno que tienen actualmente y de cómo irá cambiando, así como de lo que quieren lograr y en qué plazo lo pueden hacer. Eso les permitirá definir una hoja de ruta con acciones precisas, que conforme un plan estratégico para lograr el abasto seguro, confiable y eficiente de gas natural que sea un apoyo al crecimiento a través de mayor competitividad.
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