La reforma energética propuesta por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, buscaba cumplir cuatro objetivos en materia energética: la transición a energías limpias, la nacionalización del litio como mineral estratégico, la cancelación de los contratos de regímenes anteriores con empresas privadas y la reestructuración de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para fortalecerla como operadora del Sistema Eléctrico Nacional.
El 17 de abril pasado, el documento fue rechazado por el Congreso de la Unión, un hecho que analistas y políticos vislumbraron como un panorama positivo, el cual se reflejó en la calificación sobre la deuda soberana de México que pasó de una perspectiva de negativa a estable, por parte de la agencia calificadora HR Ratings.
Para María José Treviño, ‘country manager’ en Acclaim Energy México, se deben otorgar más opciones para generar y consumir energía con el objetivo de que el consumidor final tenga alternativas para hacer frente a la demanda creciente.
“Desde el aspecto de la infraestructura, creo que es muy necesario invertir e incorporar la nueva generación que está por entrar a la red. (Hay que) dar certidumbre a las inversiones de las empresas que confían en México y tener claro el marco regulatorio para proteger la inversión”.
En esta estrategia, agregó, es importante el complemento que haya entre el Gobierno federal y la iniciativa privada. Así, la CFE debe enfocarse en la parte de infraestructura energética, inversión, estructura de cobro, el cómo generar soluciones a problemáticas que hay en México y el Bajío, y la disponibilidad de energía del país.
“Creo que las empresas han comprobado ser eficientes, pioneras tecnológicas y atraer capital para inversión”, mencionó.
Querétaro
En materia de energía renovable, México tiene una capacidad instalada para generar electricidad en un 31 por ciento, la cual se distribuye en geotérmica (1.2 por ciento), nuclear (2 por ciento), solar (4.3 por ciento), eólica (7.5 por ciento) e hidroeléctrica (16 por ciento).
A nivel nacional, Baja California, Oaxaca y Veracruz son los líderes productores de energías renovables, sumando cerca del 50 por ciento de la producción nacional, con una capacidad de 14 mil 891 megawatts.
En el caso del Bajío, existen pocos proyectos a gran escala de capacidad instalada del tipo eólico y fotovoltaico.
“Nos hemos topado con muchos casos en los que no hay suficiente energía en el Bajío para atender las nuevas inversiones”, comentó María José Treviño.
Por ello, recomendó enfocarse en la infraestructura, que le toca a la CFE.
“Si no existe la infraestructura correcta ni suficiente, no pueden llegar nuevas inversiones a instalarse a esta zona”.
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Querétaro, en 2017 la entidad se posicionó en el lugar número 19 en cuanto a producción de energía eléctrica.
En el estado hay seis centrales generadoras de energía; la principal es la Central Termoeléctrica de Ciclo Combinado El Sauz, ubicada en el municipio de Pedro Escobedo y la cual abastece a Querétaro, Hidalgo y Guanajuato con capacidad instalada de 617 megawatts.
Acclaim Energy
- Empresa de consultoría enfocada en apoyar al consumidor en su estrategia de suministro de energía y gas natural.
- Entre sus objetivos están la descarbonización, buscar y analizar alternativas, licitaciones y la medición de los resultados de costo y emisiones de dióxido de carbono.
- Acompañamiento constante al consumidor durante el plazo del contrato para que tenga visibilidad.
- En México, ha apoyado al 20 por ciento de los consumidores de energía que han optado por un contrato de suministro privado.
- En 2022, formó una alianza estratégica con Cornerstone.
- Entre sus metas está la educación (cómo las organizaciones puedan empezar a incorporar los elementos ambientales, sociales y de gobernanza).