La firma de consultoría Acclaim Energy crece en el país en medio de los cambios regulatorios del sector y la oleada de los criterios ASG.
Por: Puri Lucena para la revista Expansión.
María José Treviño conoce bien el sector energético del país. Antes de dirigir Acclaim Energy, lideraba su propia consultoría de desarrollo de proyectos de energía renovable a gran escala. Ayudaba a las empresas del ramo a llegar a México, realizaba la negociación con los ejidatarios y propietarios de los terrenos y conectaba a las compañías con los proveedores locales. Pero algunos proyectos no cuajaban por completo debido al desconocimiento de los grandes consumidores de energía. “Si se educaba al consumidor sobre cómo comprar energía, toda la cadena de suministro se destrababa y los proyectos se podían volver realidad”, explica.
Así llegó a Acclaim Energy, la consultora enfocada en el alto consumidor de energía, hace cinco años. Desde entonces, el negocio ha evolucionado para atender las necesidades de una industria cambiante. La firma de origen estadounidense asesoraba a las empresas sobre las distintas alternativas que había en el mercado, pero todo se centraba en suministro eléctrico. Luego, los clientes pedían esquemas para optimizar los contratos de gas natural.
“En 2021 empezamos a ver una tendencia en ESG [enfoque en criterios medioambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés o ASG, en español] muy fuerte. A partir del año pasado, una tercera parte de nuestros clientes contaron con metas claras ESG. En lo que va de año, 80% de nuestras propuestas tienen un componente de sustentabilidad y ahora estamos empezando a ver temas de gas natural responsable para ser pioneros en el mercado”, explica la Country Manager de Acclaim Energy México.
El principal cambio del lado de las empresas es que a la hora de evaluar los proyectos ya no solo se centran en el costo, sino en la descarbonización. Y no solo en el área operativa, también en la administración del agua, el manejo de residuos, el reciclaje o el inventario de emisiones. Lo siguiente, apunta Treviño, será enfocarse también en la confiabilidad, debido a la falta de infraestructura eléctrica del país. “Hay que recordar que las empresas son dinámicas y tienen que poder crecer y tener ese poder de maniobrar conforme va creciendo su consumo”, apunta.
El Desafío Regulatorio
El otro gran cambio que ha experimentado el mercado tiene su origen en la regulación. El foco que ha tenido el gobierno federal en la industria eléctrica y su intento de revertir la reforma energética del sexenio anterior ha congelado el sector. Pero no el trabajo para empresas como Acclaim Energy. Si hasta hace poco muchos de los clientes de la firma llevaban a cabo contratos de autoabasto, ahora están tratando de salir de ellos.
“Tenemos clientes que están en autoabasto, otros que están en suministro calificado, clientes que tienen generación distribuida y de todo tipo de tecnologías. Somos agnósticos al tipo de esquema y generación”, señala la directiva.
Con el final de los contratos de autoabasto previsto formalmente hacia mayo de 2039 –20 años después de la emisión de los últimos seis permisos de autoabasto autorizados por la CRE– y los recientes intentos por “limitar sus alcances e, incluso, revocar de forma anticipada los permisos emitidos”, según el IMCO, muchas compañías tratan de salir del esquema.
“Estamos ayudando a muchas empresas a crear los casos de negocio para, o no pagar penalizaciones anticipadas, para disminuir el riesgo regulatorio o redistribuir las cargas que están dentro de su permiso de acuerdo al perfil de consumo que tengan actual y futuro, así podemos negociar una salida sin penalización al mercado eléctrico mayorista”, explica Treviño.
Mientras tanto, Acclaim Energy no para. La mitad de las operaciones de la empresa ya corresponden a México, desde donde se ha liderado la expansión a ocho mercados de América Latina. “La oportunidad solo crecerá en la medida en que esta tendencia de sustentabilidad se vuelva más y más fuerte”, señala.
Apuesta Rentable
El reto no solo está en los cambios regulatorios. Con la volatilidad actual y el alza de precios de los energéticos, para las empresas se ha vuelto cada vez más importante apostar por la eficiencia energética. “Si van a tomar acciones, tiene que ser con un foco en torno a la sustentabilidad, para poder volver a la empresa sostenible en el tiempo y que cree valor en el largo plazo. Eso genera menor riesgo y mayores beneficios económicos”, sostiene Treviño.
Llevar a cabo este tipo de proyectos puede generar entre 10 y 25% de ahorros en suministro de energía, además de los que se pueden generar en cuestión de programas de eficiencia energética.
“Todos estamos convencidos de que sí hace sentido económico, vale la pena: cumples metas de sustentabilidad, con una optimización de costos, un control de tu presupuesto y, además, el ser socialmente responsable te genera más valor y vas a poder reclutar y retener mejor talento e incursionar en nuevos mercados u obtener mayor acceso a capital más competitivo”.
Treviño, quien además de dirigir Acclaim Energy es consejera independiente en varios consejos de administración, es optimista sobre las oportunidades que despierta un mercado que hoy, dice, atraviesa por uno de los momentos con mayor actividad.
En las licitaciones participan más de 30 suministradores calificados y la parte de la demanda, asegura, solo irá al alza. “Ese número crecería aún más si los trámites se dieran en tiempo acelerado o como nos gustaría”, concluye.